El fiscal general del estado de Nueva York (EEUU), Eric Schneiderman, abrió una investigación a la Fundación Donald J. Trump, luego de "conocer las alarmantes transacciones que han salido a la luz recientemente", en alusión a las pesquisas realizadas por The Washington Post que revelaron que mientras el candidato a la Casa Blanca presumía haber donado "millones de dólares" a la caridad, la mayoría de esos pagos no procedían de su bolsillo.
"Nos preocupa que la Fundación Trump haya incurrido en alguna práctica irregular", dijo el fiscal neoyorquino en una entrevista con la cadena CNN, tras señalar que el objetivo de la investigación es "asegurarse de que (la fundación) está cumpliendo con las leyes que rigen las organizaciones benéficas en Nueva York".
El Post publicó diversos artículos en los últimos días en los que pone de relieve que la Fundación Trump ha operado algunas transacciones cuestionables. Por ejemplo, según el rotativo, el magnate inmobiliario adquirió un retrato de sí mismo por el que pagó US$20.000 con dinero de la fundación destinado a beneficencia.
La fundación de Trump también hizo una donación ilegal de US$25.000 en 2013 —por la que ya pagó una multa— a la campaña de la fiscal general de Florida, Pam Bondi, cuando su oficina estudiaba la posibilidad de una investigación por fraude contra la Universidad Trump, algo que finalmente no hizo.
Unas transacciones de las que se hizo eco el propio presidente estadounidense, Barack Obama, durante su campaña en favor de la demócrata Hillary Clinton.
Schneiderman tiene otra investigación abierta contra el imperio Trump, en este caso contra la citada Universidad Trump, por presuntamente defraudar US$40 millones a 5.000 personas.
La Fundación Trump donó US$100.000 a una organización (Citizens United) que interpuso una demanda contra Schneiderman en 2014, cuando este ya había abierto la investigación contra la Universidad Trump.
El empresario convertido ahora en candidato presidencial se ha negado hasta ahora a difundir sus declaraciones de impuestos —una tradición en las campañas electorales—, por lo que las actividades de su fundación son la una de las pocas ventanas abiertas a cómo operan sus negocios.
El mismo presidente Barack Obama hizo una alusión irónica a este tema durante un acto de campaña de Hillary Clinton, la rival demócrata del magnate:
“¿Quieren debatir sobre fundaciones y organizaciones de caridad? (...) La fundación de la familia de una candidata ha salvado innumerables vidas en todo el mundo. La del otro aspirante tomó dinero de otras personas y después lo empleó para comprarse un retrato de sí mismo de casi dos metros”.
(Foto de cabecera: EFE)
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