A medida que la campaña electoral en EEUU entra a su recta final, los errores -y el tamaño de estos- pueden ser fatales para las aspiraciones de los candidatos a la Casa Blanca. Y Hillary Clinton acaba de cometer uno grande, mientras que su rival republicano, Donald Trump, busca sacarle provecho.

"Generalizando bastante, puedes meter a la mitad de los seguidores de Trump en lo que llamo un ‘batiburrillo de gente deplorable’", declaró la aspirante demócrata en un acto de recaudación de fondos para su campaña de la comunidad LGTB en Nueva York la noche del viernes, que contó con una actuación de Barbra Streisand. 

"Racistas, sexistas, homófobos, xenófobos, islamófobos",  agregó Clinton, tras señalar que "desafortunadamente, hay gente como esa y él (Trump) los ha envalentonado".

Clinton se vio obligada a ofrecer disculpas este sábado, pero su gazapo retrotrajo a muchos al 2012, cuando el candidato republicano Mitt Romney dijo que el "47% de los votantes" estadounidenses iban a apoyar a Barack Obama de cualquier forma porque dependen de las ayudas del Estado. Este desafortunado comentario selló su derrota electoral y reforzó su imagen de elitista, según diversos analistas.

"Hice una generalización demasiado grande, y eso no es nunca una buena idea. Lamento haber dicho ‘la mitad’, eso estuvo mal", dijo Clinton en un comunicado, en el que trató de matizar su exabrupto del cual la campaña republicana no dudó en sacar provecho.

Así y todo, la ex secretaria de Estadio subrayó que sigue considerando "deplorable" la forma en que Donald Trump se ha convertido en el "campeón" de los valores de la ultraderecha y prometió "no dejar de denunciar la intolerancia y retórica racista de esta campaña".

Previamente, el equipo de campaña del magnate ya calificado lo dicho por Clinton la noche del viernes como un insulto generalizado a un sector considerable del electorado republicano.

"Justo cuando Hillary Clinton decía que iba a empezar una campaña positiva, se arrancó la máscara y reveló su verdadero desprecio por los americanos comunes y corrientes", dijo Jason Miller, el portavoz de Trump, quien el sábado arremetió contra su rival a través de su cuenta de Twitter:

"Guau, Hillary Clinton ha sido tan insultante con mis seguidores, con millones de personas maravillosas que trabajan duro. Creo que esto le va a costar en las encuestas", tuiteó.

"Hillary, no son una cesta de nada, son americanos que merecen tu respeto", remató el compañero de fórmula de Trump, Mike Pence, durante una conferencia conservadora este sábado en Washington. Y agregó que no había visto un nivel tal de "desprecio por América" desde que Obama dijo, en 2008, que los votantes de la clase trabajadora "están resentidos" y que por eso "se aferran a las armas, o a la religión, o a la antipatía hacia personas que son distintas, o se vuelven en contra de los inmigrantes, o del comercio, para justificar sus frustraciones"

De hecho, Dan Pfeiffer, exasesor de Obama, admitió que Clinton cometió un error comparable al de Romney e incluso al de Obama ocho años atrás, aunque le puso paños fríos a la situación, al señalar que las 'pifias' "le importan más a la prensa y a los críticos que a los votantes", pero la rápida reacción de la campaña demócrata sugiere lo contrario respecto a esto último.


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