Mientras el juicio político de destitución contra la presidenta Dilma Rousseff entró en la recta final en el Senado de Brasil, la Policía federal presentó el viernes cargos por corrupción, lavado de dinero y falsificación contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y lo acusa de beneficiarse de la gigantesca red de corrupción que se enquistó en Petrobras.
Se trata de la primera acusación formal contra Lula, que incluye a su esposa, en las tres causas por las que es investigado referidas al caso de la petrolera estatal, y se refiere a un apartamento de tres pisos en Guarujá, un balneario en el litoral turístico del estado de Sao Paulo, por el que Lula pagó una cuota inicial.
Los abogados de Lula alegan que el expresidente desistió del negocio y pidió que le devolvieron el dinero, por lo que no se le puede atribuir la propiedad del inmueble.
El apartamento fue sometido a costosas reformas costeadas por la constructora OAS -una de las empresas condenadas por haber participado en la trama corrupta de Petrobras- y la Policía divulgó fotografías en las que se ve a Lula o a su mujer visitando el inmueble junto a los ingenieros responsables de las obras.
La Policía Federal también presentó cargos en el mismo proceso contra Leo Pinheiro y Paulo Gordilho, el presidente y un importante ejecutivo, respectivamente, de OAS.
Las pruebas presentadas por la Policía Federal tendrán que ser analizadas ahora por la Fiscalía, que tiene un plazo de 90 días para decidir si le pide o no a la Justicia que abra un proceso contra Lula y los otros acusados.
El exmandatario también es investigado por la supuesta propiedad de una casa de campo en la ciudad de Atibaia y en la causa abierta por las irregularidades detectadas en Petrobras.
Lula se defiende
A través de sus abogados, el expresidente brasileño manifestó que los cargos que la Policía Federal presentó contra él y su esposa por corrupción, lavado de dinero y falsificación tienen un "carácter político".
En un comunicado, la defensa legal de Lula calificó la denuncia como una "obra de ficción" que "tiene carácter y connotación políticos" y la vincularon al juicio político que afronta la suspendida presidenta Rousseff en el Senado, en donde el miércoles próximo se podría decidir su destitución definitiva del cargo.
"No se puede aceptar como coincidencia el hecho de que el informe se presente en medio del juicio político de la presidenta de la República electa con el apoyo de Lula", señala la nota.
El abogado de Dilma Rousseff en el proceso destituyente, José Eduardo Cardozo, también resaltó la coincidencia de la denuncia de la Policía Federal con el proceso político, pero descartó que esta pueda influir de forma negativa en la defensa de la mandataria.
Cardozo, que fue ministro de Justicia de Rousseff, expresó su extrañeza por el hecho de que los cargos contra el expresidente fueran presentados un día después de que el Partido de los Trabajadores anunciara que Lula acudirá el próximo lunes al Senado para acompañar la defensa que su 'ahijada' política y sucesora.
Para el abogado, acusado o no, la decisión del líder más carismático de Brasil de dejar claro su apoyo a Rousseff la ayudará en su intento de convencer a los senadores de que es inocente. "La presencia de Lula en cualquier lugar ayuda a quien él apoya", afirmó Cardoso en declaraciones a periodistas.
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