El presidente electo Pedro Pablo Kuczynski llegó al Complejo Metalúrgico de La Oroya, en Junín, donde se reunió con trabajadores y directivos de la minera Doe Run, y se comprometió a buscar soluciones para las más de 2 mil personas que se ven afectadas por proceso de liquidación de la empresa que se inició en 2012, tras sucesivos incumplimientos ambientales.
“Tienen mi palabra de que haré el máximo esfuerzo para sacar esto adelante, no va hacer fácil, hay muchas complicaciones, hay juicios, abogados”, dijo PPK, para luego proponer un pacto: “Ustedes (los trabajadores) me ayudan con el Congreso y yo los ayudo para que esto salga adelante”.
Kuczynski pidió incluso al pueblo de La Oroya que realice una marcha hacia el Parlamento, para exigir que no se deje morir al mayor complejo metalúrgico del país. "Tenemos que darle oxígeno con inversionistas para que se termine el circuito del cobre, para que a Cobriza (la mina) se le meta más plata”, refirió.
En marzo pasado, la junta de acreedores de Doe Run, presidida por el Ministerio de Energía y Minas (MEM), ratificó a la empresa DIRIGE como liquidador de la minera y extendió por seis mes el proceso de liquidación, hasta el 27 de agosto de 2016.
El objetivo, según la firma liquidadora, es vender los activos de Doe Run a un mayor valor. Para ello se debe reactivar el Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO) y garantizar la continuidad de operaciones de la Unidad Minera Cobriza (UMC).
El acuerdo de liquidación establece además que el comprador de los activos de Doe Run deberá contratar a la totalidad de los trabajadores, respetando sus derechos socio laborales como remuneraciones, escalas salariales, convenios colectivos, entre otros.
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