Los hijos de Alberto Fujimori no solo incurren en extrañas operaciones de capitalización de deuda y sociedades con transnacionales japonesas, sino que no cumplen con sus obligaciones con quienes contratan para sus negocios.

Este es el caso del ingeniero Henry Shimabukuro, quien fue contratado para edificar un almacén de la empresa Alinsa, de propiedad de Hiro y Kenji Fujimori, los hijos del expresidente Alberto Fujimori, en Villa El Salvador. 

En una entrevista concedida a los periodistas Daniel Yovera y Laura Grados, para el diario La República y la revista Poder, Shimabukuro reveló que le adeudan cerca de 300 mil dólares, por lo cual decidió dejar los trabajos, y que tiene las pruebas para acreditar dicha deuda.

EXTRAÑOS PAGOS ADELANTADOS

En julio del 2014, Shimabukuro fue contactado por Rolando Flores, para que se ejecute la construcción del almacén, por S/ 180,000, en un terreno de propiedad de Mirtha Zuzunaga Alba, quien lo había cedido a los Fujimori por cinco años.

Inicialmente, Shimabukuro le dijo a Zuzunaga y Alberto Makino Miura, uno de los que participó en esta operación, "que ese terreno era inestable por estar en un basural. Yo ya había hecho una perforación y había mucho relleno". Sin embargo, Makino le respondió "que sus socios querían ese lugar, que a inicios de año habían cooordinado" con Zuzunaga.

El ingeniero asumió el trabajo sin haber firmado contrato:

"La señora Zuzunaga me decía 'no se preocupe'. Un día me llevó a su oficina, abrió un frío bar, tenía varios paquetes de dinero, me dio dos de S/ 20.000. Me dijo: 'le doy esto para que no desconfíe. A las dos semanas me dio S/ 80.000 más, en ocho paquetes de S/ 10.000. En total, me pagó S/ 100.000´". 

Pese a estos adelantos "al cash", Shimabukuro insistió ante Zuzunaga por la firma del contrato. Esta le dijo que para que no desconfíe, "yo soy muy amiga de Alberto Fujimori y de su familia. Esta obra es para la familia Fujimori”.

El ingeniero indicó que esto lo dejó "tranquilo" pues sostuvo que hacerle un trabajo a los Fujimori "pesa". 

LOS SOCIOS SUPERVISORES

Shimabukuro contó que Makino le reveló, delante de Mirtha Zuzunaga, "que sus socios eran Sachie, Hiro, Kenji Fujimori". 

"Un día uno de los trabajadores me llama y me dice 'ingeniero, ha llegado el congresista Kenji [Fujimori] a ver la obra'. Me dijeron que tomó fotos, recorrió la obra, conversó con Makino, y se fue. A las horas llega la señora Sachie. Con ella sí conversé". 

Shimabukuro mencionó que Sachie Fujimori "me preguntó cuándo acababa la obra, pues la querían antes de diciembre porque iban a llegar contenedores. Yo le dije que recién me acababan de contratar, que iba a demorar siete meses, y el incumplimiento de pago retrasaría la obra".

Luego de esa visita, el esposo de Sachie, Mark Koening, "empezó a ir todos los días (a visitar las obras), acompañado del señor Iván Kadena". 

Shimabukuro reveló que Sachie fue con Koening a supervisar las obras "unas seis o siete veces"; pero que este último lo hacía todos los días. Agregó que sus trabajadores le contaron que "una vez llegaron Kenji y Hiro. La señora Zuzunaga también me lo dijo".

Y luego de eso, ocurrió algo extraño, según el ingeniero:

"A fines de agosto, antes de la segunda visita de la señora Sachie, llegó un contenedor ... de 20 pies, que era del esposo de la señora Sachie, según me dijo el mismo Makino (...) A las 5:30 de la tarde nos pidieron una cizalla para cortar el seguro, a las 6:30 de la tarde el personal y yo nos retiramos, y al día siguiente, a las 7:45 de la mañana, el contenedor ya estaba vacío". 

Shimabukuro también reveló:

"Una mañana llegaron tráilers y dos camionetas con lunas polarizadas. En la tarde llegan la señora Sachie, su esposo e Iván Kadena. Pasaron los tráilers y cerraron el portón. Aprovechando la situación les comento de la deuda. La señora Sachie me dijo que tendría más trabajo y que hiciera cotizaciones para cambiar techos y estructuras en otras empresas que decían tener".

El ingeniero agregó que con esos avances "ya íbamos a llegar al medio millón de soles" y que tuvo que hacerse préstamos a bancos. Agregó que tiene cómo sustentar dichos préstamos, así como las compras:

"Son casi 300 mil dólares, entre planilla, material, honorarios, etc. Tengo fotos, correos electrónicos con el señor Makino, guías de remisión del material llevado a la obra. Todas las personas que participaron en la obra son testigos".  

En septiembre del 2014, Shimabukuro le dijo a Makino que si no le pagaban, "paraba la obra". Este último lo citó a una reunión en el Starbucks de las avenidas Primavera y Velasco Astete. En esa cita, le presentó a Koening, a Mark Vitto Villanella, esposo de Keiko Fujimori, y al abogado Miguel Torres.

Rconoció que le llamó la atención que le ofrecieran otros trabajos antes que le pagaran por Alinsa, "pero Makino, delante de Sachie, me dijo que a la señora Zuzunaga le habían pagado cinco años por adelantado y habían hecho contrato" no solo por el alquiler terreno, sino también "por la construcción del almacén. Incluso en un momento me dijeron: 'vamos a construir otro almacén, pero ahora vamos a hacer trato directo y nosotros te vamos a pagar'”. 

Foto de cabecera: La República/ PODER

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