En medio del proceso de las elecciones primarias, una previa a los comicios generales para elegir al nuevo presidente de los Estados Unidos el próximo noviembre, la preocupación viene embargando a la cúpula de los republicanos. Y es que los principales representantes del partido conservador tienen el objetivo de detener la candidatura de Donald Trump, quien hasta ahora lidera la carrera republicana. 

Es así que multimillonarios, líderes de empresas de tecnología y los integrantes más importantes del establishment republicano se reunieron en secreto para delinear las nuevas estrategias que impidan que el magnate logre la candidatura conservadora. 

El encuentro lo dirigió el consultor y consejero político Karl Rove, quien también fue uno de los principales asesores de George W. Bush durante su mandato, y expuso una serie de focus groups, encuestas y proyecciones donde los consultados dicen ver 'con pocas esperanzas' un gobierno duradero de Trump. 

Y aunque la lista de asistentes es bastante extensa, entre los empresarios se destacan el CEO de Apple, Tim Cook; el co-fundador de Google, Larry Page; el creador de Napster e inversionista de Facebook, Sean Parker; y el líder de Tesla Motors, Elon Musk.

A ellos se les sumaron una gran cantidad de senadores por distintos estados, secretarios de gobierno, periodistas y hasta millonarios demócratas. 

Sin embargo, a pesar de lo que se esperaba, la reunión se enfocó más a comentar cómo ocurrió el ascenso de Trump y no a discutir las estrategias para detenerlo. 

El rechazo a Trump

Al comenzar la campaña por la precandidatura republicana, todo el interés se posó en Marco Rubio y Ted Cruz. Es así que se esperaba que la batalla electoral se diera entre ambos conservadores y que Donald Trump solo cumpla el papel de un 'personaje excéntrico' que 'duraría poco' en las internas. 

Los líderes republicanos confiaban en que la retórica violenta de Trump y su xenofobia extrema lo eliminen de la carrera a la presidencia, sin embargo sucedió todo lo contrario. 

Con el paso de los meses y los mítines de campaña, el magnate inmobiliario se afianzó y logró liderar las internas con grandes oportunidades de llegar como ganador a la convención del partido, el lugar donde se define qué candidato irá a las urnas. Y hasta ahora, el apoyo de los votantes va en aumento. 

El establishment

El Partido Republicano, también llamado por las siglas GOP (El Gran Partido viejo, en sus siglas en inglés), tiene una jerarquías bastante definidas. 

Quienes lo lideran son conocidos como 'el establishment' en referencia a los gobernantes que se encargan de definir los destinos del partido. Además, por lo general, también establecen las orientaciones políticas predominantes en los EEUU. 

Sin embargo, hoy el mismo término se usa para burlarse de esta élite que, con el transcurso del tiempo, perdió el poder en todos los ámbitos de la política. 

Lo que les espera

Lo que más le preocupa a la cúpula del partido y a los empresarios es la naturaleza de Trump. En esta línea, el magnate es un 'igual', un hecho que les impide poder controlar sus actos en un futuro gobierno. 

Cabe indicar que la élite republicana se considera más 'moderada' que las ideas propuesta por Trump, pero al mismo tiempo 'menos conservadora' que lo propuesto por candidatos como Ted Cruz. Es por este motivo que no dieron su apoyo claro a otro de los candidatos en los inicios de la campaña, lo que hizo que el magnate ascendiera estrepitosamente. 

El autofinanciamiento y la autonomía de Trump permitió que el candidato no le 'debiera favores a nadie', un gran problema para los grupos de poder económico que intentan controlar. 

(Foto de cabecera: EFE)