Luiz Inácio Lula da Silva podría ver impedida su candidatura a la presidencia en las elecciones del 2018 si finalmente es el blanco de una acción civil por conducta impropia de funcionario público en la Operación Lava Jato, una investigación que tiene como uno de sus castigos la prohibición de presentarse a elecciones. 

El dos veces mandatario brasileño entre el 2003 y el 2010 podría ser acusado en este proceso si se llega a comprobar que las empresas contratistas involucradas en Petrobras pagaron los costos de las obras de una finca cuya propiedad de se atribuye en el municipio de Atibaia, ubicado en el estado de San Pablo. 

Estas refacciones habrían sido abonadas a finales del 2010, cuando Lula aún era presidente, un hecho que representa un beneficio ilegal. 

Dentro de Lava Jato, ya están en curso cinco acciones por conducta impropia de funcionario público, unas acusaciones que podrían decretar la inegibilidad en cargos públicos por hasta 10 años contra los acusados.

Frente a este panorama, la defensa y los aliados de Lula han buscado desvincular las situaciones relativas al lugar cuestionado en el período en el cual el expresidente ejerció su mandato. 

Es así que dentro de su pedido al Supremo, los abogados de Lula alegarán que el inmueble fue comprado por amigos en octubre del 2010 para uso compartido con la familia del político, pero que este recién se enteró de la adquisición en enero del 2011, cuando ya no era presidente. 

Sin embargo el procurador de Brasil, Carlos Fernando Dos Santos, afirmó que hay '39 páginas de pruebas' contra el exmandatario:

"Los indicios contra Lula son significativos. Hay evidencia de que recibió dinero de Petrobras. Vamos a seguir la investigación lo más silenciosamente posible. Tenemos pruebas suficientes para llevar a muchas personas a la Justicia. No tenemos ninguna motivación política. Esto es apenas otra fase más en la causa de Lava Jato, en la cual estamos actuando sobre movimientos ilegales detectados en la familia del ex Presidente".

El anuncio de Lula

Cabe indicar que Lula, en medio de la fiesta por el 36 aniversario de su partido realizada el pasado 27 de febrero, anunció su posible candidatura a la próxima presidencia:

"Quiero decirlo bien alto: tendré 72 años y el tesón de alguien de 30 para ser candidato a la Presidencia de la República".

Sin embargo, después de poco más de una semana, Brasil amaneció con la bomba del allanamiento de su casa en Sao Bernardo do Campo. Hasta el lugar lo fue a buscar la policía para llevarlo a declarar en la causa. 

Es así que declaró por más de tres horas en una oficina de la Policía Federal en el aeropuerto de Congonhas, y luego se dirigió a las inmediaciones del Partido de los Trabajadores para celebrar un congreso de emergencia

Las movilizaciones

El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, que ahora gobierna al país, se prepara para una serie de movilizaciones planificadas para esta semana en defensa del su líder, el expresidente Luiz Ignacio Lula da Silva.

El presidente del PT, Rui Falcao, y el propio Lula hicieron un llamado a la militancia para salir a las calles y hacer frente a las 'arbitrariedades' contra el partido y su líder.  

El expresidente afirmó que si la oposición quería enfrentarlo sería en 'las calles', un escenario que afirmó 'conocer mejor que nadie' por su actividad como líder sindical en los setenta. 

(Con información de infobae.com y eluniversal.com)

(Foto de cabecera: EFE)