El candidato presidencial de Alianza para el Progreso, César Acuña, acaba de negar que haya ido a pedirle algún ministerio a Vladimiro Montesinos, otrora asesor del expresidente Alberto Fujimori; incluso dijo se enfrentó a ese régimen en el año 2000, cuando fue elegido congresista por Solidaridad Nacional (SN).

En efecto, en la edición de enero de este año de la revista PODER, Acuña recordó, con el pecho inflado, que fue miembro de la subcomisión que investigó la entrega de dinero de Montesinos al entonces congresista de Perú Posible, Alberto Kouri, para que se pase a las filas del fujimorismo.

Acuña mencionó que cuando quisieron archivar el caso, "denunció la artimaña y preparó un informe para demostrar que la grabación sí revelaba un delito".

“Mi informe en minoría fue el primero que se aprobó para la caída del fujimontesinismo. Así que esa caída no la provocó Fernando Olivera; fue gracias a mí, a este pechito”

Sin embargo, esto no sería cierto del todo. En diálogo con Lamula.pe, el abogado Guillermo Olivera Díaz, quien trabajó como asesor de Acuña en esa subcomisión, afirmó que el actual candidato presidencial intentó bloquear la investigación.

UNA PRIMERA ASESORÍA FRUSTRADA

Olivera Díaz contó que por recomendación del entonces congresista Ernesto Gamarra, llegó como asesor de la subcomisión que integraba el entonces congresista de SN. "Acuña me llamó por teléfono para citarme en el Congreso. Allí me encargó trabajar con él en este caso, y acepté sin siquiera tratar el tema de los honorarios, por un tema de defensa de la patria", mencionó.

Cuando tuvo en su poder toda la documentación sobre el caso Kouri-Montesinos, "me di con la sorpresa que la comisión ya tenía un proyecto de dictamen final, que decía que se archive el caso; y que el proyecto lo hizo José Ugaz Sánchez-Moreno".

"Concluí que eso no podía ser, y elaboré un dictamen en contra, en el que sostenía, diciendo que Alberto Kouri había cometido delito, que eso debía investigarse". Ante eso, Acuña dejó de llamarlo sospechosamente.

"Tuve que reunirme con Luis Castañeda Lossio, que era líder de SN, el partido por el que había sido elegido Acuña, y le dije que este se estaba portando raro en este caso. Me imagino que luego Castañeda habló con Acuña, porque este luego me llamó", reveló.

LAS PACES Y LA PRIMERA JUGADA DE ACUÑA

Pasada esta primera desaveniencia,  Acuña y Olivera Díaz se reunieron. El abogado le dijo al entonces congresista que tenía el dictamen nuevo en un USB. "Me dio 150 soles y me fui a Wilson a imprimirlo, llevándole luego 150 ejemplares, de 43 páginas cada uno", contó el abogado.

"Cuando llegué al Congreso", refiere Olivera, "tuve problemas para entrar. Me pidieron mi nombre completo y mi DNI, entre otras cosas. Luego, me doy con la sorpresa de que Acuña había convocado a toda la prensa. Había un mar de periodistas que lo rodeaban. Le pongo en el escritorio todas las copias del dictamen, y este los comienza a repartir".

"Yo le digo, 'congresista, usted no ha firmado los dictámenes'. Entonces comenzó a firmarlos delante de todos y los entregaba. Al día siguiente, en las primeras páginas de la prensa decía que se acusaba a 'Beto' Kouri, pero en realidad eran dos dictámenes: el de la mayoría fujimorista, y el de Acuña firmado por mí", expresó Olivera. Una buena jugada de Acuña para quedar como moralizador.

LA SEGUNDA JUGADA DE ACUÑA

Es aquí donde el asunto cambió. Olivera Díaz reveló que el tema pasó a la comisión Permanente, el 27 de octubre del año 2000. En dicha sesión, se aprobó el dictamen en minoría por 19 votos contra cero. 

Aparentemente, todo iba viento en popa. Sin embargo, Olivera explicó que esta decisión se tomó "porque Ricardo Marcenaro (excongresista fujimorista) habló con Acuña para que se forme inmediatamente una comisión acusadora", que fue integrada por Andrés Reggiardo, César Velit y Manuel Masías.

Según Olivera, el objetivo de Marcenaro, gran "defensista" del fujimorismo, era que el caso pase de frente a una comisión acusadora, sin formarse una comisión investigadora, para que, valga la redundancia, el caso no se investigue. Y esto contó con la venia de Acuña.

Olivera advirtió de esto a Reggiardo, Velit y Masías, y que además "todavía no habíamos citado a Kouri, que estaba en Miami; Fujimori estaba en Lima y Montesinos estaba por irse a Panamá en el velero Karisma".

Ante ello, Reggiardo dirigió un oficio a la entonces presidenta del Congreso, Martha Hildebrandt, el 6 de noviembre del 2000, denunciando que no se había hecho una investigación. A partir de ese hecho, "Acuña comenzó a negarme la palabra", nos dice Olivera.

En la sesión del 20 de noviembre, cuando Hildebrandt ya había sido censurada como titular del Congreso y luego reemplazada por Valentín Paniagua (quien dos días después se convertiría en Presidente de la República), se acordó que dicha comisión acusadora pase a ser investigadora. "Allí recién se citó a Kouri y se le realizó el antejuicio", explicó el abogado.

En este documento adjunto del diario de debates, puede apreciarse, desde la página 2 hasta la 9, el detalle de este tema:

¿Qué habría recibido Acuña a cambio? Olivera afirma que el actual candidato presidencial "no tiene un pelo de tonto (...) Tuvo que ser convencido en largas tertulias antes de la sesión, donde seguramente fue aceitado. Después perdí toda relación con Acuña, nunca más fui a verlo".

Este "tira y afloje" del ahora candidato podría tener asidero con la "resucitada" versión de la exasistente de Montesinos, Matilde Pinchi Pinchi, quien reveló que Acuña le pidió un ministerio al exasesor. "Yo quiero un ministerio, yo no voy a firmar por US$10 mil, yo quiero un ministerio”, habría dicho el entonces congresista ante un supuesto ofrecimiento para pasarse al oficialismo.

Esta es la versión de parte del doctor Guillermo Olivera Díaz, quien en entrevista telefónica, y en una ayuda memoria compartida líneas arriba, se ha ratificado en los hechos. Esperemos ver qué dice Acuña al respecto.

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