César Acuña asegura que se enfrentó a la dictadura fujimorista y que gracias a él el régimen se derrumbó, para defenderse del testimonio de Matilde Pinchi Pinchi, exasesora de Vladimiro Montesinos y colaboradora eficaz de la justicia que dijo en el 2001 que el actual candidato presidencial acudió al SIN y pidió en el 2000 un ministerio para apoyar la segunda e ilegal reelección de Alberto Fujimori.
"Yo hice el informe en minoría de la comisión investigadora Kouri-Montesinos", dijo este jueves Acuña durante un acto de campaña al ser consultado por el informe de América Noticias, que reveló el documento con el testimonio de Pinchi Pinchi, en el que además asegura que el líder de Alianza para el Progreso recibió 10 mil dólares como parte del plan fujimorista para "reclutar" a congresistas de la oposición.
"A mí me tiene sin cuidado (el testimonio de Pinchi Pinchi), es una demostración de que nunca le he tenido miedo al poder, que los medios vayan al Congreso y publiquen qué congresista fue el que hizo la primera acusación (contra el régimen)", insistió Acuña.
"Yo nunca he asistido [al SIN] ni he mirado frente a frente al señor Montesinos. Lo sigo desmintiendo, nunca he ido ni he pedido un ministerio. No necesito dinero", insistió a la prensa durante una actividad de campaña en Nasca. "Es parte de la campaña demoledora, no sé porque están temblando de César Acuña", anotó.
Una actuación que deja dudas
Pero más allá de que César Acuña se ufane de haber puesto en jaque el régimen autoritario de Fujimori, es bueno revisar su actuación de esa época oscura de nuestra historia reciente. En las elecciones del 2000, siendo casi un desconocido en la política, fue elegido congresista por Solidaridad Nacional.
Ese año, pese a la victoria electoral del 8 de abril, la agrupación fujimorista Alianza Perú 2000 obtuvo solo 52 curules contra 78 de la oposición, por lo que sería minoría y no tendría ningún control del Parlamento.
El régimen, desacreditado por entonces, inició una estrategia de "reclutamiento" de congresistas para controlar el Legislativo, con el objetivo de cambiar las reglas de juego y perpetuarse en el poder. Para julio del 2000, este plan dio sus primeros frutos y el oficialismo anunció que su bancada había crecido: de 52 congresistas, pasaron a tener 64.
En ese contexto, seis legisladores de Solidaridad -bancada a la que pertenecía Acuña- y de Perú Posible renunciaron a sus respectivos partidos y aceptaron públicamente su paso al fujimorismo.
Luego, el mismo Acuña, José León Luna y Jorge Polack también renunciaron a Solidaridad y se declararon independientes. De ese grupo, solo Polack pasó poco después a Alianza Perú 2000.
El 25 de julio del 2000, el fujimorismo logró ganar la Mesa directiva con 70 votos. Ocho supuestos opositores votaron a favor del candidato oficialista. Y lo más extraño es que fueron ocho congresistas los que no quisieron enseñar su voto, pese a que la oposición había acordado hacerlo antes de emitirlo. Dos de ellos fueron los exsolidarios Acuña Peralta y Luna Gálvez, quien dijo en ese entonces que ambos habían votado en blanco.
Lo cierto es que en esa época, el hoy candidato presidencial tuvo una actuación ambigua. Renunció a Solidaridad y marcó distancia de la oposición.
El 15 de setiembre del 2000 se difundió el video del tránsfuga Alberto Kouri con Montesinos, lo que marcó la caída del régimen. Lo que vino después es historia conocida.
En las diversas comisiones del Congreso que investigaron los actos de corrupción de Fujimori y Montesinos se determinó que los parlamentarios "tránsfugas" y "topos" -los que no eran formalmente oficialistas pero actuaban y votaban como si lo fueran- recibieron 10 mil dólares mensuales y otras prebendas, como la resolución de sus problemas judiciales u otros favores.
El 16 de noviembre del 2001, en una sesión de la Comisión que presidía Anel Townsend, quien ahora, paradójicamente, es la escudera de Acuña, integrante de su plancha presidencial y candidata al congreso por APP, Pinchi Pinchi ratificó su acusación contra el actual aspirante presidencial.
"A Acuña Peralta, el gordito, dice que no, pero sí se le dio 10 mil dólares también", dijo la exsecretaria del SIN y colaboradora eficaz de la justicia, cuyos testimonios fueron claves para desbaratar la red mafiosa del fujimorismo y encarcelar a sus operadores.
(Foto de cabecera: La República)
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