El 12 de setiembre de 1992 fue un día clave para la historia reciente del Perú. Ese día, hace 23 años, ocurrió la llamada 'captura del siglo'. Los agentes del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) capturaron a Abimael Guzmán, fundador de Sendero Luminoso, una de las organizaciones terroristas más sangrientas y fanáticas de la historia latinoamericana.
Según el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), desde 1980 hasta el 2000, Sendero fue el causante de la muerte de más de 30,000 personas.
Junto a Guzmán cayeron los principales cabecillas senderistas, con lo que se inció el fin de varios años de violencia, aunque esta historia sangrienta dejó heridas profundas e imborrables en la memoria de la colectividad.
El trabajo de Inteligencia del GEIN para estas capturas fue impecable, aunque no estuvo exento de tropiezos, ya que los miembros de la cúpula terrorista lograron escapar hasta en dos oportunidades. Pero la labor de los agentes fue perseverente y tuvo sus frutos.
Lo que vino después es historia conocida. El GEIN fue desarticulado por el expresidente Alberto Fujimori, quien ahora cumple una condena de 25 años por violación de derechos humanos, mientras que Abimael Guzmán fue sentenciado a cadena perpetua.
¿QUÉ QUEDA DE SENDERO?
Ahora solo quedan remanentes de Sendero Luminoso en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), desde donde los hermanos Víctor y Jorge Quispe Palomino dirigen el Partido Comunista del Perú Marxista-Leninista-Maoísta Militarizado (PCP-MLM), cuyo núcleo proviene de las filas de Sendero Luminoso que inició la "guerra popular" el 17 de mayo de 1980, pero que ahora, en la práctica, son socios de las mafias de narcotráfico en la zona y actúan como el brazo armado de estos grupos.
El otro rezago de Sendero Luminoso es el Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), quienes abandonaron el terror puro y duro, y ahora pretenden -sin éxito, felizmente- participar de la vida política y democrática en el país como si nada hubiera pasado.
Bajo la conducción de los abogados Alfredo Crespo y Manuel Fajardo, el Movadef, a diferencia de los Quispe Palomino, reconoce la autoridad como fundador de Abimael Guzmán y defiende sus ideas violentistas. Por eso el JNE le negó la inscripción como partido político, aunque ahora, bajo un nuevo nombre, insistirán en ello.
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