En marzo de 2014 estalló en Brasil el escándalo de corrupción vinculado a Petrobras, una de las más grandes compañías estatales de América Latina. A partir de ahí, se montó la mayor investigación federal de la historia de ese país. 

Se le denominó operación 'Lava Jato' (lavado de autos). La indagación puso al descubierto un esquema de desvío de fondos de Petrobras a favor del Partido de los Trabajadores (PT) para que se mantenga en el poder y de directivos de la empresa estatal. El caso alcanzó la médula política de Brasil, incluidos Dilma Rousseff, actual presidenta, y su antecesor, Lula da Silva, ambos del PT.

Bajo esta trama, la Policía Federal de Brasil, a cargo de las investigaciones, estima que se movieron 3,850 millones de dólares (más de 10,000 millones de reales brasileños).

¿Cómo llegó al Perú?

Tras un año de investigaciones y diligencias, el caso alcanzó repercusión internacional. El esquema criminal de fraude y licitación, sobreprecios y sobornos alcanza a unas 747 obras públicas en todo Latinoamérica, incluido el Perú, realizadas por 170 empresas brasileñas, la mayoría constructoras. 

Estos proyectos suman unos 4,600 millones de dólares. El megaesquema de corrupción no hubiera sido posible sin la participación de esas compañías, incluso varios de sus principales directivos, como Marcelo Odebrecht, ya están presos.

Algunas de las empresas investigadas por este escándalo ganaron licitaciones durante los gobiernos de Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala. Acá es legítimo preguntarse: ¿Cómo consiguieron esos contratos con el Estado peruano? Es algo que las investigaciones que se hagan deben dilucidar.

Testimonio clave

Uno de los principales delatores del escándalo de corrupción en Brasil, el empresario Leonardo Meirelles, reveló a IDL-Reporteros que llevó 200 mil dólares a Perú para pagar sobornos a favor de la constructora OAS. Entre el 2012 y lo que del año, la filial de OAS en nuestro Perú ganó contratos por 548 millones 468 mil 247 soles, según el portal de proveedores del Estado del MEF.

La Interoceánica

La primera esquirla del mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil que llegó al Perú fue el referido al tema de la carretera Interoceánica. El portal de periodismo Convoca accedió a documentos de la Policía Federal de Brasil que revelaron el pago de "propinas" (léase coimas) que hicieron las empresas brasileñas que construyeron esa vía durante los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García. 

Lava Jato y el Apra

La última esquirla sobre este tema alcanzó al Apra. La empresaria brasileña Zaida Sisson, esposa de un exministro aprista, es investigada por el caso ‘Lava Jato’. Su casa en Sao Paulo fue intervenida el lunes por autoridades brasileñas para recoger evidencias ante un posible favorecimiento irregular a dos empresas. 

Sisson está vinculada por las autoridades brasileñas al expremier de esa nación José Dirceu –detenido por el caso Lava Jato–. Un colaborador eficaz del caso 'Lava Jato' la sindicó como presunta receptora de US$ 210,000 a cambio de beneficiar a las constructoras Galvao Engenharia y Engevixen con contratos en nuestro país. 

El congresista Sergio Tejada, expresidente de la megacomisión que indagó la segunda gestión gubernamental de Alan García, reveló más indicios del posible nexo con el gobierno del Partido Aprista. Sisson registra varios ingresos a Palacio de Gobierno del Perú entre el 2006 y 2008.

El Apra admitió que Sisson estuvo varias veces en Palacio pero no para reunirse con Alan García, sino que acompañó a reuniones de trabajo y a eventos sociales a su esposo, Rodolfo Berltrán Bravo, quien era funcionario del gobierno en ese entonces. 

Sin embargo, la unidad de investigación de El Comercio reveló que en una de esas visitas de Sisson a Palacio -la del 23 de enero del 2007- se produjo una reunión con García Pérez, en la que estuvo José Dirceu, lobbista y hombre cercano a Lula da Silva, acompañado de una comitiva de compatriotas suyos. Dirceu también se reunió con ministros apristas, incluido Javier Velásquez, quien fue premier del régimen.

El eslabón humalista

Los primeros indicios que vincularían al actual gobierno con el escándalo de corrupción en Brasil es el aparente nexo de la exfuncionaria Rocío Calderón Vinatea, amiga íntima de la primera dama Nadine Heredia, con empresas brasileñas relacionadas a Zaida Sisson.

Sisson se reunió con Calderón en Palacio de Gobierno el 24 de abril de 2013, de acuerdo con el registro de visitas oficial. La misma empresaria brasileña confirmó el encuentro pero para ofrecerle un producto que su empresa vendía y que podía ser útil para los programas del Gobierno. 

La amiga de Nadine dijo que no recorda la cita, pero antes ya había sido vinculada a personajes y empresas del Brasil que están bajo investigación por el caso Lava Jato. En junio pasado, se supo que en 2010 Calderón Vinatea hizo consultorías para la empresa OAS por un monto de US$10,000. Además, se reveló que tuvo una relación sentimental con Marcos de Moura Wanderley, un exdirectivo de la empresa Galvao Engenharia y ex representante legal de Camargo Correa.

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