Los Juegos Panamericanos Toronto 2015 significaron, para el deporte nacional, su mejor participación en la historia. Ahora, la capital peruana, se prepara para recibir la siguiente edición dentro de cuatro años.
Precisamente, el presidente Ollanta Humala -en su último mensaje presidencial- anunció la construcción del Instituto de medicina del deporte y rehabilitación, a cargo de Essalud.
Esta institución ha detallado que este centro se construirá en un terreno de su propiedad, ubicado en San Juan de Miraflores. La misión principal de este recinto médico será atender a los deportistas nacionales y así apoyarlos en sus preparación para los próximos Juegos Panamericanos. Sin embargo, cualquier asegurado también podrá atenderse cuando requiera rehabilitación.
En ese contexto, Virginia Baffigo, presidenta ejecutiva de Essalud, explicó que durante su gestión se llegó a la conclusión de que la oferta pública de rehabilitación es muy débil. Agregó que el Instituto de medicina del deporte y rehabilitación será también un centro de formación que capacitará a profesionales de la salud para potenciar sus conocimientos.
Esta buena noticia, no obstante, se ve empañada por la improvisación y dejadez del Gobierno. Hasta el momento no hay un perfil de inversión pública sobre este novedoso centro médico. Este, según las propias estimaciones de Essalud, estaría listo recién en tres años, poco antes del inicio de Lima 2019.
Sobre esta debilidad en temas de planificación con miras a este evento deportivo, José Enrique Arispe, decano de Colegio de Arquitectos apunta lo siguiente:
"Aún no hay nada claro sobre la ubicación de la infraestructura que se implementará para los Juegos. Lo más sopredente del tema es que el Comité Organizador de los Juegos Panamericanos (Copal) no hay un urbanista. Estamos hablando de una ciudad de 10 millones de habitantes. Lo mínimo que podía hacerse es incluir una opinión técnica".
Por otro lado, resulta lamentable el poco interés del alcalde limeño, Luis Castañeda, por la preparación de la ciudad para albergar a miles de deportistas. Por ejemplo, ¿cómo se mejorará el transporte de aquí al 2019? ¿Se crearán nuevas rutas? No olvidemos, además, que un evento de esta magnitud no solo requiere de infraestructura deportiva sino de una reingeniería de toda la ciudad, tal como lo expuso Juan Carlos Ortecho en un artículo publicado en la revista Poder (puedes leerlo aquí).
El trabajo será arduo. Sobre todo cuando tenemos un burgomaestre que no sabe donde está parado:
[Foto de portada: El Comercio]