No se quedó callado. Juan Luis Cipriani aprovechó las ondas radiales de RPP para unirse a las criticas que algunos medios han publicado sobre el crucifico tallado sobre una hoz y un martillo que el presidente de Bolivia, Evo Morales, le dio al Papa Francisco. El presente ha sido tildado de marxista y comunista.
El cardenal, en su programa 'Diálogos de Fe', señaló que no fue correcto entregarle ese regalo. Así lo dijo:
"[...] una cosa totalmente equivocada lo que hace el presidente de Bolivia, porque aunque se una cosa simbólica, no es correcto que esté usando símbolos de lo que fue el marxismo".
Para el prelado, el gesto de Evo Morales es producto de su lejanía con el catolicismo (parece que para el cardenal no compartir sus creencias es casi un delito). Además, basó su declaración en una supuesta leída de labios a Francisco (en realidad, no queda claro si dijo 'No esta bien eso o 'No sabía eso', tal como lo recoge Romereports).
"No aproveches de una situación de cariño y de cercanía para expresar tu falta de fe, porque en el fondo es lo que ha hecho".
En el Vaticano, no obstante, han salido a aclarar que el Papa no se incomodó por la cruz de madera en forma de hoz y martillo, que es una réplica de la cruz hecha por el sacerdote jesuita español Luis Espinal. Así lo expresó, su portavoz, Federico Lombardi.
"El papa no ha tenido una particular reacción a esto y ni me ha dicho que manifieste particular reacción negativa a esto".
Como se recuerda, el religioso español fue torturado y asesinado por paramilitares en La Paz (1980) por denunciar la violencia política en el país. En otras palabras, lo mataron por ayudar al prójimo en tiempos difíciles. Una actitud muy distinta de la que tomó Cipriani en tiempos de la guerra contra el terrorismo -cuando era obispo auxiliar en Ayacucho- y que está muy bien detallada en el libro Cipriani como actor político escrito por Luis Pásara y Carlos Manuel Indacochea y publicado por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
Lombardi, asimismo, zanjó, con estas declaraciones, cualquier interpretación malvada:
"Esta cruz no tenía una significación ideológica particular y su deseo de todos por el empeño por la liberación y el progreso del país".
Aunque, claro, estamos seguros que para el cardenal entender que la hoz y el martillo no solo son símbolos comunistas, sino que también representan a los campesinos, por ejemplo.
Finalmente, cabe preguntarse: ¿qué pensará el portavoz del Vaticano sobre estas declaraciones? Porque -palabras más, palabras menos- lo que hace Cipriani es contradecir la postura oficial de la Santa Sede, ¿o no?