El último jueves santo, la camioneta Porsche de Gerald Oropeza fue atacada por sicarios. Ese fue el primer capítulo de una historia de violencia, sangre, drogas, mujeres y autos lujosos. Aquella noche resultó herido Juan Berríos, quien iba en el vehículo junto al presunto narcotraficante, a quien pretendieron -sin éxito- eliminar esa noche.
Entre las pertenencias de Berríos se encontró un celular que fue puesto a disposición de la Policía. Pero el chip del móvil 'desapareció'. Y siete miembros de esa institución están en la mira.
Según el diario La República, el fiscal Lucio Sal y Rosas, encargado del caso Gerald Oropeza, cree que esta sustracción está relacionada con un intento de desaparecer evidencia que conecta a Oropeza y a sus amigos con el crimen organizado y el narcotráfico.
En vista de ello, el magistrado requirió un peritaje a celular de Berríos a la División de Investigación de Alta Tecnología. El primer informe indica que el aparato fue manipulado con el objeto de extraer el chip. Pero, ¿quién fue?
De mano en mano, el chip se 'perdió'
El suboficial Yolvi Ángeles Condori fue el primero en recibir, de una enfermera del Hospital Sabogal (donde fue llevado Berríos), el mencionado celular dentro de una bolsa junto con otros objetos personales. Luego, pasaron a la custodia del suboficial Julio Ruiz Dulanto, destacado en la Comisaría de Bellavista y este, a su vez, entregó la bolsa al suboficial José Lerma Apaza.
Este último declaró que llevó el celular a la División de Investigación Criminal (Divincri) de San Miguel y lo puso en manos del suboficial Antonio Guerrero, quien, en la mañana del pasado Viernes Santo entregó el teléfono al capitán Gabriel Prado. Él se encontraba a cargo de la investigación del ataque a Oropeza.
A raíz de la divulgación periodística de audios y mensajes de texto y hasta correos electrónicos, el general José Lavalle, director de Investigación Criminal, ordenó que la bolsa con esos objetos (incluido el celular) fuera transferida a la División de Investigación de Homicidios. Cuando los agentes de esta sección revisaron el móvil, el chip ya no estaba.
Para resolver este caso, el fiscal ha dispuesto levantar el secreto de las comunicaciones a todos los citados policiales. A ellos se les suma los comandantes Héctor Mendoza, comisario de Bellavista, y Johnny Silva Rodríguez, el superior del capitán Prado.
Prisión preventiva para Oropeza
De otro lado, Sal y Rosas solicitó 18 meses de prisión preventiva para Gerald Oropeza, a quien consideró el cabecilla de una organización criminal dedicada al narcotráfico con conexiones en México y Europa. Así el también exmilitante aprista fue acusado del delito de tráfico ilícito de drogas en la modalidad de conspiración. Esto podría significar una condena no menor de 25 años.
El pedido de fiscal fue aceptado por Richard Concepción, titular del Primer Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional, quien dictó prisión preventiva por 18 meses para Oropeza, Carlos Antonio Sulca, David Hidalgo Sandoval, Angelo Espinoza Brissolessi y Luis Acuña Pomar. Este último es el único detenido por el momento.
[Con información de La República y El Comercio]
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