El descontento en Lima por la prepotencia e improvisación con que gobierna el alcalde Luis Castañeda Lossio crece. Así lo revelan las últimas encuestas. Por ello no es una casualidad que un grupo de ciudadanos, organizados a través de Facebook, hayan iniciado una campaña para lograr la revocatoria del burgomaestre, quien por su lado inició una costosa (e innecesaria) campaña en TV solo para decir que lo dejen trabajar.
Sin embargo, Fernando Tuesta, ex jefe de la ONPE y experto en temas electorales, hizo algunos apuntes que vale la pena destacar, para concentrar los esfuerzos en organizar y articular mejor la resistencia ciudadana, con el fin de lograr que el líder de Solidaridad Nacional entienda que Lima no es su chacra.
1. Los cambios
El Congreso de la República modificó la Ley 26300, en varios artículos. A partir de ahora solo se realizará revocatoria, a una autoridad regional o municipal, en el segundo domingo del tercer año del mandato. En este caso 2017.
2. Las firmas
Para ello se debe recoger firmas equivalente al 25% de firmas de adherentes, con la diferencia que ahora Lima ya no tiene límite como antes, que era 400 mil firmas. El padrón electoral, a fines del 2014, fue de 6'686,580. Para el 2017 podrá llegar entre 7 y medio y 8 millones de electores, con lo que se tendrá que presentar alrededor de un millón 800 mil firmas, cifra casi inalcanzable sin una oposición y organización poderosa.
3. El remedio sería peor que la enfermedad
En el improbable escenario que se revoque al alcalde, en ningún caso se realizarán Nuevas Elecciones Municipales. Ahora se reemplaza por la autoridad que sigue en la lista del partido que dirige el gobierno local. En este caso, por la regidora Patricia Juárez.
Por último, Tuesta recordó que él fue uno de los promotores de las citadas modificaciones, con el propósito de neutralizar una serie de incentivos perversos que hacen del Perú el país con mayor número de revocatorias en el mundo.