La tan anunciada reunión entre Pablo Cateriano y Keiko Fujimori, quedó al final con la sensación de ser solo un encuentro destinado a calmar la platea. Y es que pese a las larga duración de la misma -dos horas aproximadamente-, ambos participantes no quisieron dar mayores detalles de los temas que trataron.
El jefe del Gabinete solo expresó a su salida que fue 'importante tener una conversación' con Fujimori y que el encuentro sirvió para conocer sus puntos de vista con respecto al Gobierno, pero también para exponer los pareceres del Ejecutivo.
"Ha sido importante tener este encuentro con la señora Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza Popular, como ella no ha formulado ninguna declaración, yo respetaré también la decisión de no comentar este encuentro (...) Todo dialogo es positivo en democracia; mi agradecimiento por el hecho de haberme recibido, escuchar mi punto de vista y yo también he podido conocer sus pareceres, la mejor de las voluntades en todos los diálogos", señaló.
Es decir, en un claro gesto a la hija del exdictador, Cateriano prefirió hacer como que esta reunión nunca existió, o al menos así lo percibimos.
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