Amistades caletas: Tacna y Arica
La agenda bilateral que quedó pendiente entre las ciudades fronterizas de Tacna y Arica en Perú y Chile respectivamente.
En un ‘mal día’ o ‘día flojo’ podrían pasar hacia Tacna, en el sur del Perú, unos 3 mil ariqueños, dejando en consumo una media de US$60 por turista al día, aproximadamente US$5.5 millones por mes; en un día bueno, podrían pasar unos 10 mil por el puesto fronterizo, lo que rentabilizaría hasta unos US$24 millones mes si el promedio de gasto es de aproximadamente US$80 día (Cámara de Comercio, Industria y Producción de Tacna, 2012).
Nada mal para dos ciudades que en los últimos días han sido hervidero de pasiones por el fallo de La Haya.
Con 22 mil Km2 de mar adicionales para Perú y 80 millas de línea paralela para Chile, la agenda actual entre estas ciudades cuyo dinamismo económico va más allá de límites fronterizos, kilómetros cuadrados y costas ´secas’, tendrían que continuar con normalidad y sobre todo con tranquilidad.
La Haya ya pasó. Avanzar es crítico ahora.
Agenda pendiente
Aunque ‘pomposo’ eso de ‘agenda pendiente´, lo curioso de ésta entre ambas ciudades está en el hecho de que las dos miran a sus respectivas capitales en cuanto a pendientes se refiere: el problema no es entre las ciudades colindantes, el lío es con Lima y Santiago para Tacna y Arica, respectivamente.
Por el lado de Tacna se tiene:
Carretera Tacna-Callpa-La Paz (ejecución prevista para el 2014). Inversión del Gobierno Central a través del Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Este proyecto tiene prácticamente ‘nombre propio’ y se llama Puno. Es importante que Puno –que ya dialoga comercialmente con Tacna y Arequipa desde hace décadas- cuente con una vía de acceso más formal hacia Desaguadero y con esto a La Paz y el resto del rentable flujo de mercancías que forman Paraguay, Brasil y norte de Argentina. NOTA: en este punto, Juliaca no debe estar del todo feliz pues la concentración de comercio informal que pasa desde esta pequeña ciudad hacia Bolivia es brutal.
Zona Binacional de Libre Comercio Tacna-Arica. Es un proyecto cuyo objetivo es facilitar el flujo comercial entre ambas ciudades. Se trata de un ‘hub’ (centro de distribución comercial) donde el objetivo es enfocar una accesibilidad a bienes y servicios más rápida y simple que el paso fronterizo. Una zona de libre comercio donde tanto tacneños y ariqueños puedan ingresar y salir sin la disciplina de un puesto fronterizo porque, pese a que no existe visado, la frontera para el intercambio económico resulta en una logística un tanto pesada para los dos lados. De momento, la idea parece ser redundante habida cuenta el innecesario visado y la zona franca, pero es válida si se toma en cuenta que sería un añadido a la existente actividad entre Tacna y Arica. Total, un punto de venta adicional no haría daño a nadie.
Puerto de Tacna. Complicado proyecto porque corresponde a un marco de infraestructura que es un punto pendiente no sólo para Tacna sino para el resto de la economía peruana. Política de Estado que le dicen. La brecha de infraestructura en el Perú es un reto enorme. Aunque existen estudios serios del Instituto Peruano de Economía, no hay economista que se aventure a computar un cálculo de esta brecha (¿US$60 mil, US$80 mil, US$90 mil millones de déficit de infraestructura?). Cifras dispersas. Sin embargo, es un proyecto relevante porque el puerto más cercano para la pesca de altura por ejemplo, es Ilo y éste se haya lejos de la nueva zona de extracción concedida al Perú lo que lleva a mayores costos tanto para la pesca industrial como para la pesca artesanal. Tacna tiene caletas de pescadores, pero un puerto que le dé una poderosa plataforma de comercio no.
Agroindustria y agroexportación. No hay que ser experto para saber que el vino chileno es bueno pero su pisco no y viceversa; sinergias para facilitar la entrada y salida de la uva chilena o peruana, sería un sano aporte al eje Tacna-Arica. Las posibles alianzas entre agroindustriales desde Pisco pasando por Moquegua hasta Tacna con sus pares chilenos, otorgaría un valor agregado al sector agro. Tópico en el que si bien se ha avanzado, aún está incompleto.
Zona libre de pesca. Tal como adelantó La Mula, está sería una fórmula de consenso interesante para las dos economías provinciales. Sobre todo los beneficiarios se ubicarían en el gremio de pescadores de captura artesanal ariqueños quienes –de momento- han salido medianamente ‘dañados’ a raíz del dictamen de la Corte Internacional.
Por el lado de Arica, se consideran:
Cuaderno de trabajo con el gobierno central. El norte de Chile se siente abandonado, ese es el mensaje. La percepción en Arica de este supuesto tomó fuerza el lunes pasado. Tanto que según el diario Soy Chile, el gremio echó a un parlamentario (para mayor referencia, representante recientemente elegido de Arica y Parinacota), que se acercó a la caleta de pescadores para otorgar un ‘espaldarazo’ moral a los trabajadores. Mala maniobra: éstos aprovecharon y lo botaron. El asunto pudo llegar a mayores cuando un exaltado José Peñaloza, dirigente gremial le espetó al político un contundente “¿Querís que te pegue?”, ante tan irrefutable argumento, el representante salió de la caleta. Otro tanto hicieron con el alcalde de Arica, Salvador Urrutia. Pero esto más que ser un mensaje para las autoridades locales fue un recado para el saliente gobierno de Salvador Piñera. Éste tiene una suerte de pasivo político con el norte chileno, sobre todo con Arica, pasivo que podría capitalizar la reelecta Michelle Bachelet si estimula el impulso económico de la región, Arica incluida.
Infraestructura. Para Urrutia en enlace con CNN Chile de cara a una reunión relevante entre el gremio artesanal de pesca y el ministro de economía sureño, Félix de Vicente, la línea de mejoras está en relación con las reparaciones de la caleta de pescadores artesanales. De acuerdo a Urrutia, el centro de operaciones del gremio está en muy mal estado.
Compensación. Siguiendo con el gremio artesanal, Urrutia habla de una compensación hacia los pescadores, no se aclara si será monetaria o en intangibles o estímulos legales, pero lo cierto es que el reclamo sigue mirando hacia el Palacio de la Moneda.
Turismo. La sensación de desamparo de los ariqueños, por parte del gobierno central chileno se pone de manifiesto nuevamente. El sector turismo y su aliado, la gastronomía no los son puntos que el gobierno apoye con intensidad. ‘No existe el mismo impulso que en el Perú’, parece ser la misiva hacia La Moneda.
Zona franca. Desean replicar no sólo la zona franca de Tacna en Perú, sino la de Iquique. En palabras de Urrutia brindadas a CNN Chile “Nosotros (los ariqueños) al no tener una zona franca como en Tacna o Iquique, somos como un sánguche entre las dos ciudades”.
En su libro, “Centralidad geográfica, marginalidad política: la región Tacna-Arica y su comercio (1778-1841)” el historiador chileno Jaime Rosenblitt, investigador de la Pontificia Universidad Católica de Chile, ya esboza con claridad esta relación entre Tacna y Arica, aludiendo –según Daniel Parodi-, que : “…el autor sostiene que contando la región tacno-ariqueña con los recursos y la geografía propicios para consolidarse como espacio de decisión política, no llegó a serlo por una suerte de conformismo de sus elites comerciales o por su marcada dependencia de centros de poder…”
Se esperaría que esta ‘puesta a punto’ por parte de La Haya, sea el motor que encienda la lancha porque existe pan por rebanar y el asunto viene de siglos.
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Economista, periodista, docente. Corresponsal para Latinoamérica de iForex financial news, consultor y analista. Sígueme en @eduardo_recoba
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