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La Haya: ‘GPS’ histórico y diplomático del fallo

Lo que debe saberse de la línea temporal de acuerdos y documentos suscritos entre Perú y Chile.

Publicado: 2014-01-25

El feroz error ortográfico de César Acuña, alcalde de Trujillo, en un 'tuit' saludando el encuentro entre ex mandatarios y el Presidente de la República ante el fallo de la Corte Internacional de La Haya; la exhortación del ex gobernante (y actual "poeta") Alan García de colocar banderas en las casas el lunes próximo, pueden ser anécdotas medianamente simpáticas.    

Sin embargo, hay un análisis que va más allá de la retórica, de reuniones en Palacio con ex mandatarios y encuentros entre Eda Rivas y Alfredo Moreno, ambos cancilleres de Perú y Chile, respectivamente, países involucrados en esta demanda limítrofe marítima. Encuentros dados en las ciudades de Tacna y Arica.

¿Por qué? La correcta lectura del fallo de La Haya y sus implicancias no sólo históricas, geográficas, geopolíticas, de Derecho Internacional, sociales, sino también económicas son claves para entender esta atmósfera de cara al 27 de enero.

Este recorrido se inicia con la línea temporal del lacrado de tratados, acuerdos, convenios, notas diplomáticas y otros documentos, tanto de ida como de vuelta entre los países involucrados. Recorrido que ha asumido como circunstancia histórica y económica este diferendo.

Tratados y Convenios suscritos: ¿quién ganó? ¿quién perdió?

1883. Tratado de Ancón. Terminada la Guerra del Pacífico los firmantes chilenos con mayor margen de maniobra impusieron condiciones y no sólo por eso de que '...la historia la escriben los que ganan (la guerra)', más bien son los tratados los escritos y redactados por los vencedores. ¿Por qué? Perdimos el departamento sureño de Tarapacá y Tacna estuvo cautiva por casi 46 años; indemnización incluida por parte de Perú hacia Chile. Chile ganó. Por goleada.

1929. Tratado de Lima. Tacna regresa a Perú, pero Arica se queda en Chile; sigue vigente el usufructo –por parte de Perú- del puerto de Arica y del ferrocarril longitudinal Tacna-Arica, casi 10 mil Km2 de territorio para el Perú y dos casas históricas: la de Bolognesi y la de Yanulaque. Chile paga US$6 millones a Perú por concepto de indemnización. Perú ganó, pero con sabor a derrota: Arica se quedaba en Chile y Tarapacá...bueno, ya se sabe, el vino proveniente de ese territorio aún tiene el sello 'Hecho en Chile'.

1930. Instalación de hitos. Esto es clave, pues se dispuso -entre otras señales- la instalación del famoso "Hito de la Concordia" o "Punto Concordia", llamado "Hito 1" y desde el cual -ya en el siglo XX y XXI- la demanda peruana ante La Haya mide la línea bisectriz dentro del triángulo vía la equidistancia entre el hito y mar adentro; al contrario de la posición chilena que -siendo más práctica o 'convenientemente' práctica-, mide una línea paralela entre el hito y el mar. ¡Empate!, pues en ese entonces no se midió la trascendencia que tendría este hito en el futuro.

1952. Declaración a través del "Proyecto de convención sobre mar territorial y cuestiones afines" entre Perú, Chile y Ecuador. Crítico tratado también. Aunque Chile expuso que se reconocían las 200 millas de mar territorial, sin embargo dispuso en la declaración que la línea paralela marcaría la pauta -desde tierra (léase: Hito 1)- para la demarcación. Perú jugó bonito, pero perdió como siempre.

1954. Convenio sobre zona especial fronteriza marítima. Aquí Perú remontó el marcador y metió un gol de media cancha porque no sólo ratificó el reconocimiento por parte de Chile de las 200 millas marítimas contadas desde la costa, sino que validó el hecho -de acuerdo al artículo primero del convenio-, en el que dice: "...establécese una 'Zona Especial', a partir de las 12 millas marinas de la costa, de 10 millas marinas de ancho a cada lado del paralelo que constituye el límite marítimo entre los dos países..." Con esto, Chile dejó un vacío para su tesis del paralelo pues de "alguna forma" reconocía que podría (en condicional) existir la copresencia de pesca -tanto de embarcaciones peruanas como chilenas- en una suerte de 'triangular' zona de captura de biomasa. Debilidad que podría -en términos triunfalistas- mermar las posibilidades chilenas ante La Haya. Perú, ganó. Tal cual.


fuente: moisés córdova. perú pesquero y acuícola



Sí lo hago, sí lo hago...

Luego de estas idas y venidas, el affair fronterizo-marítimo se procrastinó, por ambos lados pero sobre todo por parte de Chile, unos 40 años aproximadamente.

En 1985 el ministro de Relaciones Exteriores del Perú de ese entonces, Allan Wagner, retomó la delimitación marítima de manera formal con su par chileno, Jaime del Valle. Al año siguiente y de acuerdo a Moisés Córdova Saint-Pere, abogado internacionalista y columnista de la revista Perú pesquero y acuícola, a través de una nota diplomática, "Perú propuso la necesidad de suscribir un tratado de límites marítimos, bajo la premisa de que es preciso instaurar una delimitación formal y definitiva de los espacios marinos de sus costas adyacentes. La respuesta chilena fue de 'estudiar el caso'...".

Finalmente, volvieron a ir y venir notas diplomáticas entre el año 2000 y 2004; sin mayor resultado que el ralentí que Chile puso a todas las misivas.

En 2005 y vía el proyecto de ley fechado el 3 de Noviembre, el Perú decidió exponer (imponer más bien) la 'Línea de Base', usada, según Córdova como "...una línea bisectriz en la zona sur limítrofe con Chile, como la línea de frontera marítima de ambos países que debe existir".

La falta de motivación de Chile para analizar y colocar en agenda en tópico limítrofe provocó que el 16 de enero del 2008, el Perú, valiéndose del Pacto de Bogotá (documento que en 1948 le permite una base legal al reclamo peruano y que exhorta a los países de la región a resolver sus diferendos vía soluciones consensuadas), presentó la demanda contra Chile ante la Corte internacional de justicia de La Haya. Proceso que cerrará este 27 de enero.  

En esta vorágine de legajos oficiales que parece ser el diferendo marítimo Perú-Chile y que motivó tropezones por ambos lados, no sólo se encuentra el de César Acuña en su poco feliz 'tuit' señalado antes, también el Ejecutivo chileno tuvo cierta dejadez al respecto. 'No nos llames, nosotros te llamamos' parece haber sido el traspié chileno en los últimos 60 años aproximadamente.


Segunda parte: Lanzando redes para pescar cifras

Además, busca la cobertura completa de La Mula sobre el fallo de La Haya. 




Escrito por

Eduardo Recoba Martínez

Economista, periodista, docente. Corresponsal para Latinoamérica de iForex financial news, consultor y analista. Sígueme en @eduardo_recoba


Publicado en

Redacción mulera

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