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imagen: spiegel.de

El lado desconocido del fútbol brasileño

Diversas carencias e irregularidades opacan el balompié de un país que será anfitrión de la próxima Copa del Mundo.

Publicado: 2013-12-21

Brasil es famoso -entre otras cosas- por sus jugadores de fútbol. Por ello, muchos clubes profesionales de Europa han recurrido desde hace décadas al país sudamericano para encontrar a los mejores talentos. No obstante, la mayoría de equipos en Brasil están en pésimas condiciones; mala gestión, corrupción y asesoramientos convenidos son el pesar del balompié en esa nación.

Los 'verde-amarela' acogerán la Copa del Mundo el próximo año, sin embargo, la realidad indica que los aficionados brasileños no consumen tanto fútbol o -al menos- lo hacen pero sin ir a los estadios. Y es que, según las cifras recogidas de las últimas estadísticas, la temporada pasada tuvo solamente un promedio de 14,500 espectadores. "Ellos no tienen la misma cultura futbolística aquí como lo hacemos en Europa", señala Clarence Seedorf, jugador del Botafogo, a la revista alemana Der Spiegel.

No obstante, la situación no pasa solamente por el tema de gustos o intereses, también interfieren el precio de las entradas y la falta de seguridad en los escenarios deportivos. Muchos hinchas no pueden costear una entrada, ya que ésta bordea los $ 190. Asimismo, la audiencia televisiva tiende a descender en ocasiones, más aún cuando los partidos de fútbol son opacados por la programación de telenovelas.

Independientemente de la repatriación de jugadores brasileños que triunfaron en el extranjero y la remodelación de los estadios, estos esfuerzos fueron cambios cosméticos, afirma Juca Kfouri, columnista del diario Folha de Sao Paulo. "Brasil ya no es la tierra que la gente futbolera está constantemente afirmando que es", subraya.

Para colmo de males, de los 20 equipos que militan en la Primera División del fútbol brasileño, 8 están altamente endeudados, debido a no cancelar sus primas de seguridad social y seguro de pensiones. A esto, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) ha priorizado la comercialización de la Selección Nacional, mientras no procede ninguna maniobra para regular la situación del torneo local.

A pesar de tanta desgracia, varios futbolistas del medio han fundado un movimiento denominado 'Bom Senso FC', que busca apelar ante todas las carencias descritas y el sistema de torneo tan agobiante para los deportistas. Campeonatos regionales y nacionales, Primera División, Copa Sudamericana y Copa Libertadores componen una larga lista de compromisos por afrontar, sin sobreguardar el factor humano. Algunos futbolistas juegan hasta 90 partidos por temporada. "A menudo tenemos que jugar tres veces por semana. No hay tiempo suficiente para recuperarnos de las lesiones", dice Paulo André, defensa del Corinthians, a la revista alemana.

Usualmente, antes de partidos importantes, los equipos rivales se abrazan y despliegan pancartas de protesta. Algo que, sin lugar a dudas, podría ser complementado con una medida más drástica: huelga de jugadores. "Si la CBF no reacciona, recurriremos a acciones más duras", agrega André.

Lo cierto es que Bom Senso FC se muestra como una amenaza para la mafia de funcionarios enquistados en la CBF durante décadas. Este prototipo de sindicato se suma a las manifestaciones de miles de brasileños que reclaman por el despilfarro del gobierno, mientras servicios sociales aún no son cubiertos. "Las protestas son más importantes que la Copa Del Mundo", finaliza Paulo André.


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Redacción mulera

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