La indignación ciudadana, provocada por la llamada "repartija" de cargos en el Congreso, se volcó en las calles congregando a cerca de diez mil personas la noche de este 22 de julio.

El Centro de Lima fue escenario de una manifestación que, aunque pacífica, tuvo una violenta respuesta policial que culminó con once jóvenes detenidos de manera arbitraria.

A este malestar producto del proceso en el Congreso para elegir a los magistrados del Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo y los directores del Banco Central de Reserva, se sumó el rechazo a las reformas sin consulta que pretende ejecutar el gobierno que preside Ollanta Humala.

Esta movilización solo ha sido la previa para el próximo 27 de julio, cuando se lleve a cabo una manifestación que contará con la participación de estudiantes, trabajadores, organizaciones sociales y partidos políticos críticos con la gestión humalista.

Se espera, entonces, que el número de personas protestando se multiplique en vísperas de las Fiestas Patrias y del Mensaje a la Nación del Presidente. Estos ciudadanos estarán ejerciendo su derecho a la protesta. Además, intentarán hacer reflexionar a la clase política dominante peruana, a la cual se le acusa de aprovechar el poder que le ha dado el pueblo para negociar en beneficio de sus intereses particulares olvidando el bien común.