El Reino Unido ha bloqueado parte de las cuestiones que originalmente se iban a tratar durante las primeras conversaciones sobre inteligencia y espionaje desde que estalló el escándalo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA por sus siglas en inglés), que comenzarán en Washington el lunes 8 entre funcionarios europeos y sus homólogos estadounidenses.

La tensa reunión de más de 24 horas entre los líderes europeos en Bruselas, ha determinado que el diálogo con EEUU se centrará únicamente en los temas de protección de datos y el programa PRISM- la red de espionaje de EEUU que operó también en el viejo continente-. La causa: Reino Unido, apoyado por Suecia, vetaron los planes iniciales de crear dos dos "grupos de trabajo" sobre el polémico espionaje de EEUU.

Así, las conversaciones estudiarán solo el programa PRISM, que incluye el almacenamiento de información procedente de internet y de teléfonos en el continente europeo. Quedan fuera de debate, sin embargo, otros aspectos que han causado una gran controversia: el espionaje más tradicional y los asuntos de inteligencia, que, tras la insistencia del Reino Unido, se consideran fuera de los límites de la Unión Europea (UE), que no tiene la competencia de discutir asuntos de seguridad nacional e inteligencia . "Los asuntos de inteligencia y los de seguridad nacional no son competencia de la UE", señaló José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea.

¿Será que ningún Estado está libre polvo y paja en el tema del espionaje y ya no puede manejar la doble moral a su antojo? Ayer el diario Le Monde reveló que Francia cuenta con un sistema de espionaje de comunicaciones que escruta en su territorio millones de llamadas de teléfono, correos electrónicos o mensajes de móvil bajo un marco legal poco claro. Se trata de un caso similar al que de hace menos de un mes el diario The Guardian reveló sobre Reino Unido. El diario señaló que el país anglosajón también está espiando correos, mensajes y llamadas de millones de ciudadanos, según los documento secretos filtrados por el exanalista estadounidense de la CIA Edward Snowden.

La guerra de espionaje está más activa que nunca. Los líderes europeos ya habían acordado hace dos días condicionar el inicio de las negociaciones del TLC con EEUU al esclarecimiento del presunto espionaje a la UE.

Funcionarios de la UE afirmaron que el intento de limitar las conversaciones con EEUU remarca las divisiones producto de los escándalos de espionaje: Los europeos contra los norteamericanos, los franceses y alemanes contra los británicos y los partidarios de una EU con mayor poder sobre los estados que ven frustrados sus objetivos de construir una ciberdefensa conjunta para el viejo continente.

Con información de The Guardian, The New York Times

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