Aunque hasta el momento solo se han presentado protestantes disfrazados con cabezas de muñecos de los presidentes que participan en la cumbre del G8, las medidas de seguridad no han escatimado en gastos, al punto de que por primera vez se han utilizado los polémicos drones (aviones no tripulados) para garantizar la seguridad de los mandatarios. 

La cumbre se celebra en Irlanda del Norte. El G8 está formada por los ocho países más industrializados del mundo (EEUU, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Japón y Rusia), y ha concitado, por cierto, a más de un millar de activistas protestan contra el fraude, la evasión fiscal, y reclaman una mayor atención a la lucha contra la pobreza en el mundo. 

Empero, los drones se han desplegado para prevenir posibles ataques terroristas. Estos aviones no tripulados han sido objeto de críticas y en la cumbre se encuentran explorando el terreno en busca de este tipo de amenzas, ha dicho el comandante del equipo de seguridad del G8, el subjefe de policía Alistair Finlay.

Por el momento, según fuentes del Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI), solo se han producido dos arrestos relacionados con la cumbre, uno de ellos en Belfast y el otro en Enniskillen, si bien las fuerzas del orden no han ofrecido más detalles al respecto. 

Las protestas comenzaron el pasado viernes, cuando alrededor de 100 activistas rodeados por policías protestaron hoy contra el capitalismo en un distrito financiero de Londres, de cara a la cumbre.

Al igual que el martes, ambientalistas, activistas contra la pobreza y grupos de derechos humanos llevaban pancartas en las que se leía "Capitalismo = Crisis" y "Poder al Pueblo", en una manifestación en el distrito financiero Canary Wharf, donde se encuentran grandes bancos como Barclays y JP Morgan.

Seguridad máxima

Las autoridades policiales determinaron un cordón de seguridad en torno al centro hotelero de lujo donde el primer ministro británico, David Cameron, ha recibido como anfitrión a los demás jefes de Estado o de Gobierno del G8, y la protesta se desarrolló sin incidente alguno.

También hubo protestas por el elevado coste de la organización de la reunión, en torno a unos 60 millones de euros. Sin embargo, el Gobierno británico defendió ese gasto de la operación de seguridad desplegada para proteger a los líderes del G8. 

El dispositivo de seguridad es uno de los mayores en la historia del Reino Unido y la provincia británica se estima que ha costado casi 60 millones de euros, una cantidad que está "bien gastada", según afirmó la ministra británica para Irlanda del Norte, Theresa Villiers.

Más de 8,000 policías velan por la seguridad de la cumbre del G8 que tiene lugar en el lujoso complejo hotelero de Lough Erne, próximo a Enniskillen, donde la amenaza podría provenir de manifestantes violentos o de grupos disidentes del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA).

Lucha contra los paraísos fiscales

Además la organización Oxfam denunció que mientras los líderes del G8 están reunidos hoy y mañana, unos 2.200 millones de dólares habrán salido desde países en desarrollo para ir a parar a paraísos fiscales, y una porción de terrenos equivalente a la mitad de Manhattan (Nueva York, EEUU) estarán en manos de inversores extranjeros.

Oxfam pidió al G8 que paralice ese tipo de operaciones y acabe con las lagunas legales en cuanto a fiscalidad, ya que perjudican a las comunidades más vulnerables que pierden sus casas y sus terrenos agrícolas, en muchas ocasiones sin obtener compensaciones o de forma violenta.

Esta organización estimó recientemente en 18.500 millones de dólares la cantidad de dinero que los más ricos tienen en paraísos fiscales, de los que el 40 % están dentro de la jurisdicción de los países del G8.

Con información de RT, Efe, Reuters, Oxfam

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