La escalada entre Irán e Israel, lejos de apaciguarse, ha dado un giro peligroso tras el reciente bombardeo de Estados Unidos a instalaciones nucleares en territorio iraní. La tensión, que comenzó con ataques cruzados y amenazas militares, ahora amenaza con convertirse en una crisis global de carácter económico y energético.

El pasado 13 de junio, el politólogo Farid Kahhat advirtió, en el programa Después De Todo (DDT) de #LaMulaStream, que “no hace falta una tercera guerra mundial para desatar un panorama dantesco”. A su juicio, el verdadero riesgo del conflicto no es nuclear, sino económico: un eventual bloqueo del estrecho de Ormuz, por donde transita cerca del 30 % del petróleo transportado por mar, bastaría para desatar una crisis energética y llevar al planeta a una recesión.

“Irán es muy inferior militarmente a Israel; su capacidad de disuasión consiste en causar daño económico”, explicó Kahhat, coautor del libro Para entender el conflicto palestino-israelí (Crítica, 2025), en entrevista con Pedro Salinas.

Durante la guerra Irán-Irak en los años ochenta, la República Islámica minó Ormuz y paralizó el tránsito petrolero. Hoy, la amenaza vuelve a escena: el 22 de junio, la agencia Bloomberg informó que el Parlamento iraní aprobó una moción para cerrar el estrecho, aunque la decisión final recae en el Consejo Supremo de Seguridad Nacional. El general Esmaeil Kowsari aseguró que “se ha alcanzado un consenso” en el Legislativo, mientras Irán responde a una cadena de provocaciones.

Un día antes, el 21 de junio, Estados Unidos bombardeó las plantas nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán, como parte de su respuesta militar a los ataques iraníes sobre Tel Aviv. Según el secretario de Defensa, Pete Hegseth, “las ambiciones nucleares de Irán han quedado pulverizadas”. El presidente Donald Trump advirtió que si Teherán no acepta sus condiciones, “habrá otros golpes más dolorosos aún”.

La respuesta iraní no se hizo esperar. El ministro de Exteriores, Abbas Aragchi, anunció que su país solo volverá a negociar cuando haya respondido al ataque estadounidense y cese la “agresión conjunta” de Israel y EE. UU. “Tenemos variedad de opciones”, declaró. Horas después, nuevos misiles fueron lanzados contra Tel Aviv.

En una publicación en Facebook del 20 de junio, Kahhat recordó que Israel no ha suscrito el Tratado de No Proliferación Nuclear, mientras que Irán sí lo ha hecho y está bajo inspección del OIEA. Sin embargo, las tensiones aumentaron desde que Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear en 2018, durante el gobierno de Trump.

Kahhat también puso en duda la legalidad de la “defensa preventiva” alegada por Israel: “No hay evidencia de que Irán tenga un programa activo para construir armas nucleares”, citando informes de la OIEA, agencias occidentales y el Parlamento británico. Desde 1996, dijo irónicamente, Netanyahu ha repetido que Irán está “a meses” de conseguir una bomba nuclear.

Kahhat sostiene que el conflicto Irán-Israel aún no califica como una guerra mundial. “Faltan dos potencias nucleares aliadas de cada bando”, explicó, pero sí estamos ante un conflicto capaz de sacudir los mercados energéticos y encarecer los hidrocarburos, en medio de una economía global ya debilitada.

La comunidad internacional observa con preocupación. El Consejo de Seguridad de la ONU, reunido de urgencia, ha llamado a la desescalada. Rusia denunció una “grosera violación” de la Carta de la ONU y la Agencia Internacional de Energía Atómica aseguró que no hay fugas radiactivas en las instalaciones atacadas. Pero la incertidumbre se mantiene.


Claves del conflicto según Farid Kahhat

En su publicación del 20 de junio, Kahhat detalló que la narrativa sobre Irán como amenaza nuclear ha sido construida sin pruebas fehacientes, mientras Israel mantiene un arsenal sin supervisión internacional. Recordó que tanto Israel como Irán han formulado amenazas estentóreas, pero que los llamados al exterminio no son exclusivos de uno u otro lado.

Kahhat concluyó que la guerra psicológica, económica y propagandística es tan peligrosa como los misiles, y que el mundo debe evitar convertir una crisis regional en una tragedia global.


[Redacción: Jorge Paucar Albino / Foto de portada: AP]