El antropólogo Juan Carlos Guerrero advirtió que negar la existencia del feminicidio es una estrategia política que busca evadir responsabilidades en la lucha contra la violencia de género. En una entrevista en "Vértice" de #LaMulaStream con Valeria Coca, Guerrero criticó la postura del congresista Alejandro Muñante, quien ha cuestionado el término feminicidio y propuesto su eliminación.

“El congresista Muñante dice que el feminicidio no debería existir. Es la política del avestruz: enterrar la cabeza y fingir que el problema desaparece. Pero el feminicidio es real, hay datos, hay hechos concretos que lo demuestran. No puede negar que existe y, al hacerlo, está fallando en su responsabilidad política como legislador”, afirmó Guerrero.

El especialista destacó que esta postura no solo invisibiliza una grave vulneración de derechos humanos, sino que también impide la implementación de políticas públicas efectivas para enfrentar la violencia de género.


El feminicidio es la fase final de un ciclo de violencia

Durante la entrevista, se recordó que el feminicidio no es un hecho aislado, sino la última fase de un largo proceso de violencia sistemática contra las mujeres. Se explicó que "el feminicidio es el último eslabón de una cadena de violencia que comienza con maltrato psicológico, agresiones físicas y violencia sexual. No es un crimen cualquiera, sino un fenómeno social con raíces profundas en la desigualdad de género”.

Desde el Congreso, sectores ultraconservadores han intentado minimizar la violencia contra las mujeres bajo el argumento de que “también matan a los hombres”. Frente a esto, Guerrero enfatizó que la legislación debe abordar los problemas de violencia de manera diferenciada y con políticas específicas.

“Es irresponsable comparar los feminicidios con otros delitos violentos sin considerar su contexto. Es un problema estructural que afecta principalmente a las mujeres y requiere una respuesta focalizada”, agregó.


Negar la violencia de género: una agenda de retroceso

La negación del feminicidio se enmarca en una serie de políticas regresivas que buscan restringir los derechos de las mujeres. “Les niegan la educación sexual integral, el acceso a anticonceptivos, el derecho al aborto en casos de violación y, ahora, les quieren negar incluso el reconocimiento de que son víctimas de violencia estructural. ¿Qué más les van a negar?”, cuestionó Coca.

-