El Perú ha experimentado un grave deterioro en su capacidad de gestión pública, afectando áreas clave como la seguridad, la salud y la educación. Así lo señaló el politólogo Jorge Aragón, Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Florida e investigador de la PUCP, en el programa “Vértice” de #LaMulaStream, conducido por Jaime Chincha.
¿Es el Perú un Estado fallido?
Durante la entrevista, Jaime Chincha preguntó a Aragón si la crisis actual del país puede ser considerada una señal de un Estado fallido, comparando la situación con la película "El día de la marmota", en la que el protagonista se despierta cada día repitiendo la misma rutina.
“Nos levantamos y pasan exactamente las mismas cosas”, comentó Chincha antes de preguntarle a Aragón cuál es el daño que está generando este deterioro en la gestión pública y si el país se encamina a convertirse en un Estado fallido.
El politólogo descartó que el Perú haya llegado a ese punto extremo, pero sí reconoció un grave retroceso en la capacidad del Estado para gestionar sus funciones esenciales.
“Estado fallido son palabras grandes. Cuando uno piensa en Estado fallido, piensa en Haití, y creo que estamos muy lejos de eso”, precisó Aragón.
Sin embargo, advirtió que el país ha perdido eficiencia en la gestión pública, lo que tendrá consecuencias negativas a largo plazo.
“Lo que hay es un retroceso significativo en varias dimensiones: seguridad, salud, educación, lo que comúnmente se llama capacidad pública o gestión pública”, explicó el investigador.
El impacto del retroceso en la calidad de vida
Aragón subrayó que esta crisis en la gestión pública afecta directamente el bienestar de los peruanos.
“Este país, en este último gobierno, particularmente lo que ha perdido es eso: capacidad de funcionamiento del Estado, y eso nos trae o nos va a traer consecuencias muy negativas para el futuro”, advirtió.
“No solo el bienestar va a estar cada vez más lejos, sino que además creo que el bienestar de los peruanos y peruanas ha retrocedido”, agregó.
Para Aragón, esta situación no solo genera una menor calidad en los servicios básicos, sino que también incrementa la desconfianza en las instituciones y limita el desarrollo del país.
Crisis política y falta de soluciones
El politólogo explicó que este retroceso en la gestión pública es el resultado de una crisis política prolongada, en la que las instituciones no han logrado responder de manera eficiente a los problemas del país.
“El deterioro de la gestión pública nos está alejando del bienestar y profundizando la crisis política”, concluyó Aragón.
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[Foto de portada: Andina]
