“O es el fin de las armas nucleares o es nuestro fin”, afirmó el Dr. Carlos Umaña, Premio Nobel de la Paz 2017, durante una entrevista en el programa "Al Filo" de La Mula TV. En entrevista con Javier Torres, Umaña expuso los riesgos existenciales que representan las armas nucleares para la humanidad.
Umaña, quien es copresidente de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW) y miembro de la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), detalló los devastadores efectos que tendría una guerra nuclear, advirtiendo que el riesgo de una detonación accidental o de una escalada nuclear a gran escala es “muy fácil”.
Umaña explicó que un conflicto nuclear no solo afectaría a las regiones directamente impactadas, sino que tendría consecuencias globales debido al “invierno nuclear”, un fenómeno que traería efectos catastróficos incluso en zonas alejadas del conflicto, como Sudamérica.
“Un intercambio de esa escala produciría millones de muertos, decenas o cientos de millones de heridos, de una forma espantosa porque es una de las peores cosas que puede sufrir un ser humano”, señaló Umaña.
El experto detalló que, además de las muertes y heridas inmediatas, el uso de armas nucleares provocaría una destrucción ambiental sin precedentes.
“Se excluiría la capa de ozono a nivel global”, comentó, añadiendo que el humo y el polvo de las detonaciones llegarían a la estratósfera, bloqueando la luz solar.
Esto produciría “un descenso drástico y súbito de la temperatura a nivel global, y una oscuridad”, lo que resultaría en el colapso de la agricultura y de muchos ecosistemas alrededor del mundo.
Umaña enfatizó que el impacto ambiental sería tan severo que “no hay plantas que puedan sobrevivir muchos años sin la luz solar y con ese frío”, lo que llevaría al colapso de los ecosistemas y a la extinción de numerosas especies.
“Sería el fin de la civilización, del conocimiento humano acumulado y quizás el fin de nuestra especie”, advirtió.
El Premio Nobel hizo un llamado a la acción inmediata, calificando la situación de “absurda” y urgente de corregir. Para Umaña, la amenaza nuclear exige una respuesta contundente y colectiva:
“Todos tenemos un papel que jugar ahí, todos tenemos un rol que jugar en este cambio de discurso, en esta estigmatización” de las armas nucleares.
Recalcó que la abolición de estas armas es fundamental para asegurar la supervivencia de la humanidad y del planeta.
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