En una conferencia de prensa realizada hoy en Palacio de Gobierno, la presidenta Dina Boluarte minimizó la importancia del paro convocado por diversas organizaciones sociales previsto para mañana, 23 de octubre.

"Queridos compatriotas, tenemos que unirnos. Y a los hermanos del sector transporte, les decimos que un paro o dos, o los que pudiesen organizarse dentro del marco constitucional, es correcto, no va a resolver el problema", afirmó Boluarte en un intento por deslegitimar la movilización que cuenta con la adhesión de diversos sectores que piden al gobierno que resuelva el problema de la inseguridad ciudadana.

A pesar de las críticas y de su casi nula aprobación en las encuestas, Boluarte insistió en que su gobierno está tomando medidas para combatir la delincuencia y la inseguridad, temas que han sido motivos centrales para las protestas.

"Mi solidaridad como madre, como hermana, como mujer, como hija… estamos haciendo todo lo posible para terminar con esta lacra social que es el crimen, la extorsión, el asesinato”, dijo.

Sin embargo, la presidenta evitó reconocer que la creciente inseguridad es un reflejo de la falta de coordinación y recursos en las políticas de seguridad implementadas por su gestión.

Además, la mandataria señaló la supuesta participación de grupos políticos en la protesta, señalando que “se quieren sumar a él un grupo de personas que, nuevamente, vienen con una agenda política”. Esta afirmación recuerda su discurso tras las protestas de diciembre de 2022 y enero de 2023, cuando culpó a sectores opositores de intentar desestabilizar al país mediante la violencia.

En contraste con su retórica de unión nacional, Boluarte es objeto de fuertes críticas por parte de diversos sectores sociales, que denuncian que su gobierno no ha logrado abordar los problemas de fondo que aquejan a la población. En particular, las demandas por mayor seguridad, mejores condiciones laborales y el fin de la corrupción han sido constantes. Sin embargo, Boluarte reiteró que su gobierno ha desactivado “78 bandas criminales” y capturado a “más de 1,800 delincuentes”, pero sin ofrecer datos concretos sobre los resultados de los estados de emergencia.

En lo económico, Boluarte intentó transmitir un mensaje de estabilidad, afirmando que “tenemos una moneda fuerte, el costo de vida está estable, los productos en el mercado están allí, no escasean”. Sin embargo, sectores de la población, especialmente los más vulnerables, como las afectadas por la crisis de las ollas comunes, continúan experimentando altos niveles de pobreza y precariedad laboral, lo que ha generado un creciente descontento.

El paro de mañana se da en un contexto de creciente desconfianza hacia el gobierno de Boluarte, con diversas organizaciones sociales como transportistas, comerciantes, bodegueros, entre otros, denunciando la falta de diálogo y soluciones concretas por parte del Ejecutivo.

En su mensaje final, la presidenta pidió a los peruanos “abrazarnos y construir un Perú más seguro, con desarrollo y calidad de vida”, pero sus palabras no parecen convencer a quienes siguen exigiendo cambios profundos en la gestión gubernamental, como la salida del ministro del Interior, Juan José Santiváñez.



[Foto de portada: Presidencia Perú / Flickr]


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