En La Mula TV, el historiador José Carlos Agüero cuestionó la falta de reflexión moral en los funerales de Alberto Fujimori. “Durante el responso, nadie en la familia se dio la oportunidad de hacer una reflexión ética sobre las acciones de su padre”, señaló Agüero, destacando que la ceremonia se centró en construir una imagen heroica del exmandatario.
En "Al Filo" con Javier Torres, Agüero subrayó que la narrativa presentada por Keiko Fujimori busca consolidar el legado de su padre sin reconocer los crímenes y abusos cometidos durante su gobierno. “Se construye la memoria de un héroe que se libera de sus enemigos, sin ninguna autocrítica”, afirmó. Esta visión, indicó, refuerza la influencia del fujimorismo en la política peruana y perpetúa su poder simbólico en ciertos sectores de la población.
“Fujimori vive en el corazón del Perú”
El historiador afirmó que los funerales de Estado organizados para Fujimori no fueron solo un homenaje, sino una reafirmación del poder y la influencia del fujimorismo en el país.
Para Agüero, los funerales de Estado organizados para Fujimori fueron una autocelebración del fujimorismo.
“Dina Boluarte es un personaje con poco poder; tiene el gobierno, pero no toma las decisiones más importantes y debe pagar tributo a quienes realmente la sostienen. Uno de esos grupos es el fujimorismo, especialmente Keiko Fujimori”, explicó.
El historiador agregó que, al morir el “padre fundador” del fujimorismo, era necesario mostrar un trato preferencial hacia él, convirtiendo a Boluarte en un medio para este homenaje.
Por otro lado, Agüero destacó que, a pesar de los crímenes y violaciones de derechos humanos cometidos durante su gobierno, Fujimori sigue siendo una figura simbólica para muchos peruanos.
“En el responso, Keiko Fujimori no hizo ninguna reflexión moral sobre las acciones de su padre, sino que lo presentó como un héroe. Se construye la memoria de alguien que se liberó de sus enemigos”, afirmó Agüero.
La hija del exdictador expresó que Fujimori se iba “libre del odio de quienes no te perdonaron que nos salvaras, que fueras tan grandioso”.
Agüero comparó la figura de Fujimori con la de otros líderes históricos del Perú, como Juan Velasco Alvarado.
“Si Velasco pervive en la memoria del lado izquierdo del corazón, Fujimori vive en el otro lado del corazón del Perú”, señaló, indicando que ambos personajes han dejado una huella profunda en la memoria colectiva del país.
Esta visión, sostuvo, es compartida por miles de personas que acudieron a despedir al exmandatario.
“Fujimori vive en el corazón del Perú, es innegable. Hay que ser necio o entusiasta para no reconocerlo”, comentó Agüero.
El historiador también se refirió a la necesidad de entender el fujimorismo como un fenómeno político complejo.
“Es parte del problema pensar que todo el fujimorismo es un error social y que detrás de Fujimori solo hay gente irracional y delincuentes. Explicar así un proceso tan largo e importante sería asumir que somos un país de tontos, idiotas o irracionales”, expresó.
Agüero precisó que existe una racionalidad detrás del apoyo al fujimorismo, y que no entenderla implica colocarse en una “superioridad intelectual deleznable”.
En cuanto al futuro del fujimorismo, el historiador consideró que la figura de Alberto Fujimori no se eclipsará fácilmente.
“La cultura política que representa va más allá de Fuerza Popular. Aunque el antifujimorismo radical nunca quiso entender qué significó Fujimori para mucha gente, su legado sigue vigente y seguirá influyendo en la política peruana”, concluyó.
[Foto de portada: Presidencia Perú]
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