La desnutrición infantil en el Perú continúa en aumento, alcanzando un 12,2% de menores de cinco años afectados, según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). La crisis alimentaria que enfrenta el país afecta principalmente a las zonas rurales, donde las condiciones de pobreza extrema y la falta de acceso a una dieta nutritiva están poniendo en riesgo la salud y el desarrollo de los niños peruanos.
De acuerdo con un informe de Infobae, los indicadores de desnutrición crónica han empeorado en los últimos meses, afectando a un número significativo de menores en regiones rurales y urbanas. Este incremento en los casos de desnutrición infantil ha despertado la preocupación de organismos nacionales e internacionales, que alertan sobre las consecuencias a largo plazo para la salud pública y el desarrollo social del país.
Desigualdad en el acceso a alimentos y atención sanitaria
El incremento de la desnutrición en el Perú está relacionado con la desigualdad en el acceso a alimentos nutritivos y a servicios de salud, problemas que se agravan en las áreas rurales. Las cifras reflejan una grave crisis alimentaria que golpea a los sectores más vulnerables de la población, donde la falta de políticas públicas efectivas y de apoyo gubernamental incrementa el riesgo de desnutrición infantil. Según el informe de La República, las regiones más afectadas son aquellas con mayores niveles de pobreza y falta de infraestructura adecuada, como en las zonas altoandinas y de la Amazonía.
Impacto de la inflación y la pandemia
La pandemia de COVID-19 y la reciente crisis económica han exacerbado los problemas de desnutrición. La inflación ha llevado a un aumento en el costo de los alimentos básicos, lo que dificulta a las familias de bajos ingresos el acceso a una dieta equilibrada. Esta situación es especialmente crítica en las áreas rurales, donde la disponibilidad de alimentos frescos y nutritivos es limitada, y el acceso a servicios de salud es insuficiente.
Llamado a una acción urgente
La situación actual demanda una respuesta rápida y efectiva por parte del gobierno y de la sociedad civil para combatir la desnutrición infantil y asegurar un futuro saludable para los niños del Perú. Organizaciones de salud y derechos humanos están instando al Estado a implementar políticas públicas más inclusivas y programas de apoyo nutricional que lleguen a las comunidades más afectadas.
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