Sentencia histórica. Luego de cuarenta años de haber sido violentadas y tras un proceso judicial de dos décadas, las mujeres víctimas de violaciones sexuales en Manta y Vilca (Huancavelica) escucharon, este miércoles 19 de junio, la sentencia contra sus agresores, militares que abusaron sistemáticamente de ellas durante el conflicto armado interno, entre los años 1984 y 1995.
La Corte Superior Nacional de Justicia Penal Especializada sentenció con 10 años de cárcel a diez millitares, 12 años de prisión para el jefe del comando militar, 8 años de cárcel para otro sentenciado y 6 años de prisión para el último de los trece condenados. Además, el tribunal ordenó 100,000 soles de indemnización para cada víctima por parte de cada sentenciado. Cabe resaltar, que en un contexto en el que el Congreso quiere beneficiar a los criminales de lesa humanidad, el Poder Judicial ha calificado a este caso como crimen de lesa humanidad.
En la previa a la lectura de esta sentencia, el abogado Carlos Rivera, del Instituto de Defensa legal (IDL) sostuvo, en La Mula TV, que Manta y Vilca es el caso más grave de crímenes sexuales cometidos durante el conflicto armado interno.
En el programa "Al Filo", Rivera precisó que si bien el Ministerio Público pidió la máxima de las penas, estas no son de muchos años debido a que en los años en los que se cometieron estos "crímenes horrendos" estaba vigente el Código Penal de 1924. Este, lamentó, daba la posibilidad de que el violador se librara de responsabilidad contrayendo matrimonio con la víctima.
"Hay una pena mayor para los hechos ocurridos entre 1993 y 1995 porque nos encontramos con otro Código Penal, de 1991, el cual apunta hacia una mayor represión de crímenes sexuales, que antes eran delitos contra las buenas costumbres, un término absolutamente desfasado. En el Código Penal de 1991 ya pasa a ser un delito contra la libertad de la persona. El Ministerio Público ha solicitado el máximo de las penas, que en realidad no es mucho a pesar que son crímenes horrendos. Les malograron la vida a las señoras", dijo el abogado.
Rivera recordó que este caso fue presentado por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), la que encontró una secuencia histórica de cerca de tres decenas de víctimas que vivían en el mismo lugar con historias que se repetían a lo largo de una década.
"Muchas de las violaciones provocaron embarazos en adolescentes por actos cometidos por soldados de las bases militares de Manta y Vilca", señaló.
Con ello, se dio cuenta de que la práctica de la violación sexual no era una acción individual de militares, sino que fue "una práctica consentida por una institución que tenía perfecto conocimiento que esto estaba ocurriendo y que dio las mayores ventajas y todas las posbilidades para que esto siga ocurriendo y se termine utilizando como un instrumento de sometimiento de la población", explicó.
Cuando el caso Manta y Vilca pasó a ser investigado por el Ministerio Público, este fue categórico y señaló que fue una secuencia generalizada de crimenes sexuales con un tipo de víctimas: mujeres campesinas, quechuahablantes, pobres y jóvenes.
[Redacción: Jorge Paucar Albino / Foto de portada: Andina]
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