En el Día Internacional del Refugiado, que se celebra cada 20 de junio, es importante recordar la situación de millones de personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares debido a conflictos armados, persecución, violencia y violaciones graves de los derechos humanos.

Perú ha sido testigo de la llegada de un número significativo de personas que buscan protección y refugio, en su mayoría venezolanos. A pesar de los desafíos y obstáculos que enfrentan, el país ha demostrado una notable solidaridad al acoger a miles de refugiados y solicitantes de asilo, brindándoles protección, asistencia y oportunidades para reconstruir sus vidas.

Según datos de la Superintendencia Nacional de Migraciones, Perú es el segundo país con mayor número de migrantes y refugiados venezolanos, con 1,51 millones registrados para diciembre de 2022. Lima, la capital, es la primera ciudad del mundo fuera de Venezuela con mayor cantidad de personas desplazadas.

A pesar de los esfuerzos, muchos refugiados se encuentran en situación de vulnerabilidad y requieren apoyo en áreas como vivienda, empleo, educación y acceso a servicios básicos. Según una encuesta realizada por Equilibrium CenDE, el 55% de los migrantes se encuentra en situación de empleado y 43% como trabajador independiente, y la mayoría no ha logrado la convalidación de sus títulos profesionales o técnicos.

El impacto económico de la migración es significativo. Según Equilibrium CenDE, el impacto neto de la migración venezolana al PIB peruano en el año 2020 fue superior a los 138 millones de soles. Sin embargo, este impacto podría ser mayor si se eliminan ciertas barreras legales, económicas, culturales y administrativas que limitan la plena participación de los migrantes en la economía.

Es fundamental que la comunidad internacional, los gobiernos y la sociedad en su conjunto unan esfuerzos para garantizar el bienestar y pleno ejercicio de los derechos de las personas refugiadas. El sector privado tiene un papel crucial en este proceso, a través de la promoción de programas de inserción laboral y la certificación de competencias laborales en determinadas profesiones.

En este Día Internacional del Refugiado, hacemos un llamado a la solidaridad y la integración, recordando que los refugiados y solicitantes de refugio aportan una diversidad de experiencias, habilidades y perspectivas culturales que pueden enriquecer la sociedad y promover la comprensión intercultural.


[Foto de portada: Andina]


Notas relacionadas en LaMula.pe:

La liebre europea amenaza la biodiversidad de la sierra y la costa de Perú

Conoce al director awajún que lucha por una educación de calidad en la frontera

¿Renovación Popular en contra de los derechos humanos?