Por: Bikut Toribio Sanchium*

Informe publicado en el marco del Curso de Especialización en Periodismo y Política (PUCP - IDEA Internacional - Fundación Gustavo Mohme Llona).


Una comunera de Wachapea regresa cargando una canasta llena de yuca. “Cha, etsash najam apejatui”, dice en referencia a la intensidad de calor del sol. En diversas comunidades Awajún del distrito de Imaza (Bagua, Amazonas) esta queja es ya un eco. Los pobladores temen exponerse por mucho tiempo al sol porque les provoca en la noche dolor de la piel, de la cabeza; algunos no descansan con tranquilidad por la picazón que sienten en su cuerpo.

En Perú hay 87 de los 104 microclimas existentes, razón por la que es rica en la biodiversidad. Además, es el país con mayor área boscosa de la región después de Brasil. Pero los antecedentes no son alentadores. Ocho millones de hectáreas han sido concesionadas para diversas industrias extractivas, por lo que hay mayor probabilidad de la pérdida del bosque. Esto quiere decir que la Amazonía que ocupa más del 60% del territorio peruano es la más perjudicada y, en consecuencia, sus habitantes sufrirán los impactos de las actividades extractivas.

Según el reporte de Global Forest Watch, entre 2002 y 2021, en las tierras indígenas y comunitarias del Perú se produjo una pérdida total de 528 hectáreas del bosque primario húmedo, lo que equivale al 15% de su pérdida total de cobertura de árboles en ese mismo periodo. En tanto, la superficie total del bosque primario húmedo en tierras indígenas y comunitarias se redujo en un 2.4% durante este periodo.

Para un Awajún, un árbol frente al apabullante calor del sol es como un paraguas, pues, el árbol genera sombra, los protege del sol, también es útil para contrarrestar la intensidad del viento. Pero el árbol no es el único quien los protege de la fuerza de la naturaleza, sino que el río es una piscina para calmar el calor. Así es que, en temporadas de sol los Awajún siempre acuden a los ríos a bañarse, a pescar, a lavar ropas o sentarse a observar desde la orilla.

Por eso, los ríos y los árboles para los Awajún son esenciales en sus actividades cotidianas. De modo que, cuidarlos es una regla principal.


Las riberas protectoras del río

Cualquier Awajún (mujer o varón) es conocedor del rol principal que cumplen los árboles de las riberas del río, ya que estos evitan los derrumbes durante la temporada de la crecentada, además de demarcar el curso del agua. También son hogares de las aves que depende del río y los peces construyen su hábitat en la raíz de estos árboles.

“Mi esposo celaba los árboles de la ribera del río. Los defendía con toda su furia como si fueran sus hijos. Decía que los árboles del río no se tumban para nada, porque controlan el derrumba de la tierra. También atrae a las aves y a los peces”, comenta Rosalía, una de las pocas sabias Awajún de la comunidad de Teesh, una de las comunidades del distrito de Imaza.

Es regla básica no tumbar los árboles de la orilla del río, de lo contrario, de extinguir estas plantas no solo ahuyenta a las aves, provoca derrumbes, sino también ocasiona pérdida de los peces. Esto en cierta medida afecta la nutrición de quienes dependen del consumo de estos peces como principal fuente proteica en su dieta diaria, tal como se evidencia en el estudio publicado en Advances Science . Este hincapié no es poco si observamos los reportes del Ministerio de Salud en referencia a los problemas de desnutrición en los tres distritos con mayor población de los Awajún: Imaza, Nieva y El Cenepa. El promedio de la tasa de desnutrición de los niños menores de 5 años que accedieron a los centros de salud es de 39.8% durante el periodo de enero-junio de 2018.

Y de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI, 2020) , Amazonas, región con la población más numerosa de los Awajún, tiene una tasa de desnutrición crónica de 17,5 %, mayor al promedio nacional (12,1%). Asimismo, si observamos la situación de la anemia con la pérdida de los valores nutricionales que, en general se hallan en los peces, principal fuente de nutrición de las comunidades Awajún, según el MIDIS , Amazonas con un 51.2% es una de las regiones con altas tasas de anemia.


Figura 1. La situación de la anemia por regiones del Perú

1. Comprende los 43 distritos que conforman la provincia de Lima.

2. Comprende las provincias: Barranca, Cajatambo, Canta, Cañete, Huaral, Huarochirí, Huaura. Oyón y Yauyos


Tradicionalmente, de manera estratégica los Awajún siempre han poblado en las riberas de los ríos, por la posibilidad de servirse de la pesca, trasladarse vía fluvial, transportar productos con mayor facilidad, para su baño, actividades agrícolas u otros quehaceres cotidianos. Esto quiere decir que, su alimentación y economía depende de la pesca y de la agricultura, actividades que pueden ser afectadas por diversas obras en forma directa o indirecta de realizarse cualquier actividad extractiva en las orillas del río.


Conflicto por el río Chiriaco entre la comunidad Wachapea, Municipalidad de Imaza y el empresario Orlando Rojas Araujo

En 2016, en los principales medios de la capital del Perú fue noticia el derrame de crudo del Oleoducto Norperuano de Petroperú en el río Chiriaco. Este río también fue víctima de una de las actividades extractivas más controversiales de la amazonía peruana. En ese entonces, se hizo conocido a nivel internacional a través de la foto de un niño manchado de petróleo, título que otorga Joseph Zárate a su crónica, donde relata dicha tragedia ecológica.

“Desde temprano un vapor ácido se expandía desde la ribera del río Chiriaco y se colaba en las cabañas de madera como una nube invisible de gasolina”, escribe Zárate en su historia con el que ganó el Premio Gabriel García Márquez de periodismo 2018.

Tres años después, en 2019, una parte de ese mismo río fue el centro de interés para la extracción de material de acarreo-principal insumo para la construcción o infraestructura-por la empresa Servicio General ORA E.R.L. de Orlando Rojas Araujo, empresario radicado en el Centro Poblado de Chiriaco. En principio, hubo una primera reunión en 2019 en las instalaciones de la Municipalidad de Imaza, junto al alcalde del distrito, Celio Castañeda Montenegro-quien asumió el cargo oficialmente en 2020 después de la vacancia de Alejandro Mikayu Yagkuag- el mencionado empresario, el Pamuk de Wachapea de ese año, Dino Shimpukat; Jesús Saan, poblador de la mencionada comunidad, entre otros más. Ahí, el alcalde dio el visto bueno del proyecto “Extracción de material de acarreo en cauce del río Chiriaco-Sector Chiriaco”, pero para el desarrollo de la actividad se requería la aprobación de los comuneros (as) de Wachapea. Por eso, el compromiso del edil fue convocar una reunión para aprobar el proyecto con las debidas actas firmadas por los (as) pobladores. Pero “después de esa reunión privada nunca más se tuvo otra” dice Jesús Saan.

Meses después para la sorpresa de la población, el empresario comenzó a cerrar el curso principal del río Chiriaco con tractores, camiones y numerosa mano de obra. La confusión fue total en los pobladores de Wachapea. Ni los líderes ni las autoridades locales actuaron o tomaron medidas frente a ello.

“Nosotros no sabemos cómo se puede hacer cuando hay ese tipo de actividades”, dice una comunera que no quiere revelar su nombre.

El curso principal del río Chiriaco bloqueado con piedras, arenas y ripios para secar el área de río abajo por la empresa de Orlando Rojas Araujo. Foto: Henry Tsajuput W.

Desde entonces, cuatro autoridades tomaron la posta de la comunidad, pero no hicieron nada. Los pobladores estaban en desacuerdo, rechazaron la extracción de materias primas en el río, pero no podían hacer nada frente al silencio de los líderes y los apus en cargo, quienes, persuadidos por el empresario a cambio de unos productos o unas monedas, a espaldas de la población, aceptaron la actividad extractiva. Uno de los hechos se confirmó durante la reunión comunal en agosto de 2021 en Wachapea, en el que Saúl Tsajuput Yampanch-miembro de la comisión de la comunidad conformada para negociar con el empresario- reconoció haber aceptado el soborno del empresario a cambio de convencer a la población de aprobar el proyecto “Extracción de material de acarreo en cauce del río Chiriaco-Sector Chiriaco.

Cuando Juan Isaac Shimpukat Cuñachi, apu de Wachapea que trabajaba para el empresario es vacado, Henry Tsajuput Wajajai asume el mando de la comunidad en 2022, por lo que en coordinación con la población se organizan para hallar una solución. Tras varios avisos, el Pamuk de Wachapea a través de su policía y/o vocal comunal le envío la carta de notificación escrita a Orlando Rojas Araujo para que su empresa deje de extraer las materias del río. Pero “no recibió ni revisó la carta” responde Henry Tsajuput.

La reacción de la gente fue de preocupación, como es el caso de Asunta quien “Chaa, atsa, atsa, me da mucha pena ver cómo están tratando el río y los muntas no hacen nada” dice al hablar de la situación del río. Ella es una de las primeras hermanas de Siervas de San José que pisó el territorio Awajún de Chiriaco; administra el colegio Fe y Alegría 62, donde estudian las jóvenes Awajún de diversas comunidades nativas de bajos recursos económicos. “Ni quiero ver porque me da mucha tristeza” añade moviendo su cabeza de un lado para otro.

Documento de notificación a la empresa de Orlando Rojas Araujo para el cese de la extracción de material de acarreo en el río Chiriaco.

Abelardo Tiwi, de la comunidad Awajún de Jayais, comenta que en el puerto Jayais “los colonos asentados en la ribera de las quebradas se adueñaron del área y se han vuelto, en teoría, propietarios, así que son quienes ahora venden los ripios y/o arenas para la construcción”. Es decir, el caso de la comunidad de Wachapea es uno de los casos del territorio Awajún.

Como la empresa siguió laborando “la población intervino con fuerza, con sus propias medidas y reglas, porque no nos habían hecho caso ni cuando le notificamos con documento tampoco cuando nos acercamos en persona informándoles que paren", sostiene el actual Pamuk de Wachapea, una de las comunidades Awajún más extensas de Imaza.

Tras ello, en conjunto con su junta directiva, la autoridad de Wachapea envío el memorial informando el caso del río Chiriaco a diversas autoridades del estado y representantes de las organizaciones indígenas de Imaza, adjuntando el documento de rechazo de la población a la extracción de material de acarreo en dicho río, expresando la ilegitimidad de dicha actividad por falta de consulta previa y las repercusiones ambientales.

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Memorial de la comunidad de Wachapea a las autoridades de Imaza, notificando el caso del río Chiriaco por la actividad extractiva.


Orlando Rojas Araujo, empresario próspero de Chiriaco, capital del distrito de Imaza, desistió en parar su actividad. No podía porque de acuerdo con su testimonio, trabajaba con la autorización de la municipalidad de Imaza, lo cual era efectivamente cierto. La Municipalidad de Imaza sí le dio autorización de permiso a través de la Resolución de Alcaldía N° 258-2022-MDI-CH/A. con fecha del 31 de agosto de 2022. En el documento se emite el permiso hasta el 30 de noviembre de 2022. El área de extracción, según dicho documento, consiste en un volumen de 23,544.00 m3, por lo que la empresa pagaría el UIT de 0.0833% que equivale a S/.3.38, por lo cual la firma reembolsaría un pago total de S/. 90, 173. 52 por los tres meses de actividad. Para tal efecto, el ente local señala que sí se realizó el estudio técnico especificado en el INFORME TÉCNICO N° 0056-2022-ANA-AAM.-ALA.BS/JLCA, que efectivamente coincide con los detalles del documento de permiso de la alcaldía.

Autorización de la Municipalidad de Imaza a la empresa de Orlando Rojas Araujo para la extracción de material de acarreo en el río Chiriaco.


Varios puntos señalados se contradicen a las versiones de la comunidad de Wachapea. En el informe técnico se menciona que, al momento de la diligencia de campo, y hasta el momento de evaluación no se ha presentado oposiciones técnicas ni verbales. Además, se pide una extracción razonable porque hay áreas de cultivos y se encuentran cercanas.

Sin embargo, días después de recibir el documento de autorización de permiso de la Municipalidad de Imaza, el Pamuk Henry Tsajuput Wajajai, con el respaldo y aprobación de la comunidad, convocó una reunión ordinaria que se desarrolló el 8 de septiembre de 2022, invitando a las autoridades de los anexos de Wachapea, además de invitar al alcalde de la Municipalidad de Imaza, a Salomón Awananch, presidente de ORPIAN, Jorge Luis Atamain presidente de OCAAM, rondas campesinas, entre otras.

En dicha reunión, el Pamuk en el documento Reporte de la situación del río Chiriaco: caso de la isla San Miguel (Wachapea) por la extracción de ripio, arena y piedras por la empresa del señor Orlando Rojas Araujo, detalló el origen y la situación actual del río Chiriaco y el conflicto suscitado. En ella refuta las versiones de la Municipalidad de Imaza, también cuestiona el INFORME TÉCNICO N° 0056-2022-ANA-AAM.-ALA.BS/JLCA. Pues, la empresa Servicio General ORA E.R.L ha venido laborando más de un año y los documentos emitidos por el gobierno local y el ANA son recientes, 31 de agosto de 2022 y 13 de agosto de 2022, respectivamente.

En el reporte la autoridad comunal señala que, ha traspasado el límite del área de trabajo, afectando la ribera del río por dónde hay chacras de la población de Wachapea. A esto se añade que, no solo trabaja las ocho horas, sino también labora en las madrugadas. Además, el área de la isla San Miguel, hábitat de las aves ha sido reducido. Es decir, la ecología del curso principal del río Chiriaco-ahora seco-que sirve para la pesca de las comunidades ha sido prácticamente destruido.

Ante ello, el Presidente de ORPIAN al igual que otros líderes Awajún presentes en la reunión rechazaron tajantemente la extracción de material de acarreo en el río Chiriaco, haciendo énfasis a la consulta previa, OIT 169 y la Declaración Americana sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Esto porque el río Chiriaco pertenece al territorio ancestral de los Awajún.

Documento de reporte de Pamuk de Wachapea sobre el caso de río Chiriaco, a la altura de la isla San Miguel.

El alcalde ni el empresario asistieron a dicha reunión. En su reemplazo, el alcalde envío a su equipo técnico, quienes hicieron el reporte del caso, pero sin mayores aclaraciones del aspecto técnico. No contento con ello, para culminar y cerrar con trasparencia, una comisión fue a buscar al alcalde pero no lo ubicaron.

“Al rato se acercó uno de la comisión de la Municipalidad y me avisó que el alcalde estaba de acuerdo con todo lo que la comunidad aprobada” , revela el Pamuk Henry Tsajuput.

Reunión general en CC.NN. Wachapea con diversas autoridades Awajún, realizado el 8 de septiembre de 2022. Foto: Henry Tsajuput W.

Acta de reunión en la comunidad de Wachapea el 8 de septiembre de 2022


Como no pudieron ubicar al alcalde, la población y todos los presentes, suspendieron la reunión para solucionar el conflicto por el río Chiriaco con la presencia del gobierno local, principal responsable del conflicto ambiental.

“Nosotros luchamos en el Baguazo defendiendo nuestro territorio, no para vender ahora como muchos quieren por unos centavos de soles. Esa isla es de nosotros, yo quiero dejar asegurando el territorio para mis hermanos, hijos y los demás hijos nuestros que vendrán. Si acabamos todo ¿de qué vivirán ellos” responde Jesús Saan desde el otro lado de la llamada. Saan sabe lo que dice, siente lo que habla, pues, es una de las víctimas del Baguazo. Fue herido en ese conflicto más sonado de la amazonía peruana en los últimos años.

El sol emerge del norte global, las aves cantan, el rumor del río se oye con más claridad, suenan los pequepeques, surcan el río Chiriaco largo, curveado y cada vez menos ancho y más transparente. “El río solito se defiende, sabe pelear también, cuando llueve va a aumentar y derrumbar esa barrera” dice un niño que se queda mirando el río al lado de su madre. Tiene razón, durante estos años, el río ha sabido abrir solo el cerro de piedras que cierra su paso normal.

Hasta el cierre de este reportaje se le escribió al alcalde y al señor Orlando Rojas Araujo, para recoger su testimonio del caso, pero no respondieron.


* Economista y Gestor Ambiental por la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM). Poeta y escritor. Es docente en la UARM. Asistente de Investigación en la Escuela de Posgrado de la Universidad de Pacífico y Consultor de Recursos Comunes en CooperAcción.


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