Han pasado 90 días desde que Pedro Castillo se estrenara como presidente del Perú. ¿Cómo resumirlos y evaluarlos? Desde un inicial 28 de julio con expectativas e incertidumbre, seguido de un acto simbólico en el Santuario Histórico de la Pampa de Ayacucho y posterior suspenso por la juramentación de su primer gabinete ministerial, hasta marchas y contramarchas que dieron lugar a un segundo gabinete que actualmente está a la espera del voto de confianza de parte del Congreso de la República. El ruido político -y económico- continúa.
¿Cuáles son su méritos y yerros, por un lado, y qué se puede esperar de su gestión? Fue lo que nos preguntamos en la Mesa Mulera de este viernes moderada por el periodista económico Eduardo Recoba, quien conversó con la analista política Paula Távara, el periodista David Rivera y la experta en temas de infraestructura Karla Gaviño.
Marchas y contramarchas
Paula Távara recuerda no solo las demoras para elegir a su primer gabinete ministerial, sino también las idas y venidas tras decisiones que no fueron las mejores y que terminaron por la conformación de un segundo gabinete.
"Siempre planteamos que hay un gap de aprendizaje en una gestión y con más razón en una gestión que está liderada por alguien o por un conjunto de líderes que no tiene mayor experiencia en el Estado, en la gestión pública y en las relaciones políticas que se dan, ya desde el poder y no como solo vida política partidaria, sindical, organizacional; pues, era esperable este gap, lo que pasa es que el proceso parece estar siendo más lento precisamente porque hay marchas y contramarchas e indecisión. Diría que hay mucha indeterminación de cuál va a ser el camino y que eso lleva entonces a que sintamos desorden", dice.
En cuanto al gabinete presidido por Mirtha Vásquez, considera que no se puede ser idealista pensando que este puede ser el giro absoluto y completo en el que mejora todo porque implicaría olvidar quiénes son los otros actores que siguen formando parte del gobierno y de las decisiones que se van tomando. "Es un aire positivo al menos en dos sentidos: desde la lógica de experiencias versus inexperiencia, y desde la lógica claramente de confrontación política. Y esa es una de las cosas que a mí me preocupan particularmente porque encuentro que si bien todo lo que se ha dicho es cierto, no hay capacidad técnica. Hay muchas razones por las cuales preocupa la baja intensidad o cualidad para gestionar el Estado, también es cierto que estamos en un escenario en el cual incluso si esas capacidades estuviesen hay actores que plantearían o dificultarían la situación. Entonces, tener un gancho negociador, un gancho dialogante que empieza a mostrar otro rostro es ya una parte, porque si solo tenemos el escenario de las cualificaciones y no entendemos que hay un conflicto que resolver, un tanteo que manejar, pues sería igual de difícil, aunque nos hubiesen mostrado las reformas más perfectas", explica.
La analista política remarca que ninguna transformación es plausible sin la negociación política y en ese punto opina que la llegada de Mirtha Vásquez a la Presidencia del Consejo de Ministros tiene un punto a su favor claramente opuesto a lo que representó el expremier Bellido. "Vásquez no puede salvar todo solita, aunque quisiese llevarse a los hombros todas las soluciones, el arreglo técnico institucional de gestión y además político, no es ella quien toma todas las decisiones, aun siendo parte de la izquierda. A mí me da la sensación -por momentos- que ella no se siente del todo cómoda con determinados miembros del gabinete, pero que entiende que es parte de la propia negociación del espacio por el tipo de gobierno en el que estamos", subraya Távara.
Economía y política
Para David Rivera, es difícil separar lo económico de lo político en este contexto. "Creo que el principal problema de este gobierno -y por lo cual creo que es un gobierno muy malo- es porque ha habido, sigue habiendo, un exceso de ruido político que no tiene un correlato con ninguna transformación económica. Es decir, sentimos que hay un radicalismo que da vueltas por ahí, pero, ¿qué acción concreta ha tomado este gobierno que demuestre que es un gobierno siquiera de izquierda? Lo más de izquierda, tal vez, sea la reforma tributaria que ha comenzado con mal pie porque ya los medios han salido con todos los líderes de opinión a golpearla. Entonces, hay mucho ruido y hay poca transformación; no solamente hay poca transformación o propuestas nuevas de cambios que puede ser importantes, sino que hemos tenido ministros realmente incompetentes, seguimos teniendo ministros incompetentes", anota.
El periodista se refirió a la reciente conferencia de prensa del ministro de Educación, Carlos Gallardo. "Lo dicho por el ministro es de lo más patético que yo recuerde haber visto en los últimos gobiernos en el Perú. Y eso que parece un tema ajeno a la economía tiene que ver con la economía porque si yo veo a un ministro de Educación que dice lo que dice tenemos dos problemas de largo plazo. La educación es un tema fundamental para la marcha de un país, hemos tenido más de dos años de pandemia que ya implica un costo educativo con un correlato económico que va a ser muy grande y que veremos recién en el futuro. Ahora estamos apenas viéndolo y, por lo tanto, requeriría en este momento un ministro de Educación realmente capaz de manejar el reto que tiene por delante para tratar de reducir el impacto que ha tenido la pandemia en la educación. Pero también tiene un problema de corto plazo porque si a mí me dicen voy a hacer una reforma tributaria para gastar más en educación y salud, yo respondo: 'yo no quiero darle mi plata a ese ministro de Educación, o sea, ¿qué cosa va a hacer ese ministro con el dinero de la reforma tributaria?' Ojo, sí estoy de acuerdo con la reforma tributaria pero me parece totalmente válida la crítica que diga: 'oye, yo a este ministro de Educación no quiero darle plata'. Entonces, por eso me parece que es un gobierno realmente sin transformaciones y con harto ruido político de la nada", desarrolla Rivera.
Gasto público
Por su parte, Karla Gaviño, especialista en infraestructura pública, recuerda que una de las cosas que anunció el actual gobierno en sus primeros días es que iba a promover más gasto y más inversión pública para generar más empleo: "Y se empezó a hablar de núcleos ejecutores, de dos trenes, luego fueron tres trenes, de los cuales ya no se habló mucho pero se empezó a dar la idea de que se iba a hacer una serie de obras de infraestructura para que de esa manera se genere empleabilidad"."El tema -continúa- es que estas obras de infraestructura por su propia naturaleza tienen un inicio y un final y donde más empleo tendrían potencialidad de generar es durante la ejecución de la obra, pero ese empleo tiene una temporalidad que dura lo que dura la ejecución o el aspecto para el cual se le contrata para la ejecución de la obra. No toda la construcción es igual, no siempre son los mismos trabajadores ni las mismas empresas contratistas o son contratistas hay partes que se pueden hacer con distintos operadores, con distintas personas jurídicas o naturales. Entonces, a lo que voy es que la inversión pública es una estrategia que puede acompañar a una estrategia más grande de generación de trabajo, pero no puede ser tu única estrategia".
El acercamiento con el sector privado -apunta- es un tema clave en este momento. "Se está hablando más de las asociaciones público-privadas, las obras por impuestos, pero nuevamente estamos hablando de infraestructura que va a tener un inicio y un final. Creo que ese es otro tipo de acercamiento adicional que se necesita con el sector privado y quizás en ese aspecto las mesas ejecutivas son una buena herramienta con la que cuenta el Estado y que puede potenciar más para buscar justamente esos espacios donde el sector público y el sector privado se sienten a ver que medidas se pueden tomar para algunos aspectos y actividades económicas distintas poderlos reactivar con mayor facilidad, qué puede hacer el Estado para promover una determinada actividad económica de esa manera facilitar su empuje y que siga desarrollándose", detalla.
Aquí la conversación completa: