Por Rosa Laura

Luego de ser impactado por una descarga de perdigones en la Av. Abancay, a la altura de la Corte Superior de Justicia, Jack Bryan Pintado Sánchez caminó herido hasta la esquina del centro comercial El Hueco y siguió por la Av. Nicolás de Piérola en busca de auxilio. Así lo registraron dos videos grabados por manifestantes. Jack tenía el rostro ensangrentado, se agarraba la garganta, gravemente herido por múltiples impactos. Había recibido cuatro perdigones en la cabeza, dos en el cuello, dos en el tórax y otros dos en los brazos. Por lo menos ocho de las heridas causadas por los perdigones eran muy severas. Luego de caminar unos pocos metros, cayó al suelo.

A un mes de las muertes de Jack Pintado y de Inti Sotelo, las principales evidencias sobre sus muertes han sido brindadas por manifestantes, jóvenes que con sus celulares documentaron la brutal represión policial durante toda la semana de marchas contra el régimen usurpador de Manuel Merino.

Jack llevaba guantes y lentes especiales para protegerse de las bombas lacrimógenas. (Fuente: Familia Pintado)

En el caso de Jack Pintado esto es especialmente importante ya que las cámaras de seguridad de la Municipalidad de Lima –que habrían podido dar luces sobre su recorrido final y su muerte–, no estaban operativas la noche del 14 de noviembre pasado. De hecho, hacía un año que se encontraban inoperativas, según informó el municipio a IDL-R.

Desde el inicio se supo que Jack Pintado había recibido diez impactos de perdigones de plomo, cuando estuvo en el cruce de las avenidas Abancay y Nicolás de Piérola. Pero no se tenía información sobre la hora exacta en que recibió los disparos ni sobre cómo había llegado hasta el Hospital Guillermo Almenara, donde se confirmó su deceso. IDL-R obtuvo videos, fotos y testimonios que reconstruyeron paso a paso este recorrido. Además, pudo precisar el lapso de tiempo en que Jack recibió el impacto de perdigones, que será fundamental para obtener mayor evidencia que esclarezca su homicidio.

La reconstrucción del recorrido final

El sábado 14 de noviembre, al final de la tarde, Jack Pintado grabó un video mientras marchaba por la Av. Paseo de la República, a la altura de 28 de julio. “¡Vamos! ¡Arriba Perú, carajo!”, arengaba junto a un amigo suyo. Jack vestía polo negro, pantalón gris y zapatillas azules con rayas blancas. Llevaba un canguro negro, un guante azul y unos lentes especiales para protegerse de los gases lacrimógenos.

El padre de Jack, Óscar Pintado, recuerda que su hijo le había comentado sobre la situación política que se vivía esa semana. “Me dijo ‘no puedo creer que la policía actúe de esta manera’. No le gustaba ver ese tipo de abusos”, cuenta. Después de todo, el sueño de Jack era estudiar Derecho para poder defender a las personas de las injusticias. «Si todos los jóvenes nos unimos, podremos sacar a este gobierno corrupto», le dijo Jack a su padre.

Jack había ido a la marcha para desactivar bombas lacrimógenas, según cuenta Óscar Pintado. Fue la primera y la única manifestación de esa semana a la que asistió.

Aproximadamente a las 7:40 p.m. Jack estaba en el cruce de las avenidas Nicolás de Piérola y Abancay. En ese momento, la represión policial violenta ya se había desatado. Los manifestantes habían derribado la primera reja de contención que había sido colocada por los policías para bloquearles el camino hacia el Congreso. Un nutrido grupo de manifestantes se acercó con las manos levantadas en señal de paz hacia la primera fila de policías, pero estos lanzaron gases lacrimógenos para dispersarlos. Una brigadista que estaba socorriendo a heridos en ese lugar contó a IDL-R que atendieron a varios con heridas de perdigones.

“Ese primer ataque fue bastante fuerte. Ahí atendimos muchísimos heridos y las dos únicas ambulancias que habían a disposición –en la periferia– se llenaron a los 15 minutos”, narró.

En la siguiente foto, tomada a las 7:41 p.m., se ve que la Policía había logrado dispersar a los manifestantes, liberando parcialmente la Av. Abancay.

(Foto: Christian Olea)

Sin embargo, minutos después se volvieron a agrupar. La represión policial no se detuvo. Aproximadamente a las 8:00 p.m., un grupo lanzó fuegos artificiales con dirección a los policías. Estos, en respuesta, lanzaron bombas lacrimógenas y dispararon perdigones a los manifestantes. Una fotógrafa que se encontraba en la vereda de la Corte de Justicia comentó a IDL-R que había tanto gas que no podía ver y le impidió tomar fotos por al menos dos minutos. Es en este lapso en el que Jack fue herido.

Un video de las 8:02 p.m. muestra a Jack doblando la esquina del centro comercial El Hueco –regresando desde algún punto de la zona de enfrentamiento– por la Av. Nicolás de Piérola en busca de auxilio, acompañado por un grupo de manifestantes. Ya estaba herido. Tenía el rostro cubierto de sangre. Se agarraba el cuello con aparente desesperación. Había sufrido un desgarro en la aorta y varias otras heridas graves. Un manifestante lo ayudaba a sostenerse, pero luego de unos pocos metros, Jack se desplomó.

(Video de Juan Pacheco – @instajuanpacheco)

Ese momento fue registrado en video por un manifestante. En la grabación se escucha que algunos llaman a un médico. Esto atrae la atención de quien está filmando, pues se acerca y pudo ver que Jack había caído al suelo, frente a la puerta del Santuario Virgen de Lourdes.

(Video recopilado por el Colectivo “Pnpquepalta”)

Tres manifestantes cargaron a Jack y lo llevaron hasta el cruce de la Av. Nicolás de Piérola con Jirón Inambari, donde estaba la brigada médica. Le tomaron los signos vitales, su pulso era muy débil y espaciado. No tenía reacción pupilar ni rigidez motriz. “Estaba totalmente ensangrentado. Lo recibimos y tratamos de parar sus hemorragias”, contó a IDL-R uno de los brigadistas que lo atendió, “Pero en ese momento nos dimos cuenta, limpiándole las heridas, que tenía varias perforaciones. Entonces contuvimos un par y decidimos subirlo a una camilla”.

La brigada quería llegar a la Av. Grau lo más pronto posible y decidió ir por el Jr. Ayacucho. Eran aproximadamente las 8:06 p.m.

Brigadistas trasladan en camilla a Jack. (Foto: Juan Zapata / Wayka)

Los brigadistas habían caminado media cuadra cuando notaron que Jack se había desmayado. No sintieron el pulso ni la respiración. Estaban frente al primer ingreso de la galería Punto Azul Internacional. Comenzaron entonces a turnarse para hacerle la reanimación cardiopulmonar (RCP). Hicieron cuatro series, durante un minuto. Cuando vieron que reaccionó continuaron con el traslado.

Fueron a paso veloz por Jr. Ayacucho y luego fueron por la Av. Grau. Seis brigadistas cargaban a Jack y uno iba delante del grupo para abrir el paso.

Ya en el cruce de la Av. Grau con Jr. Andahuaylas, cuatro brigadistas abordaron un taxi station wagon blanco para llevar a Jack hasta el hospital Guillermo Almenara. El taxi avanzó y en el primer semáforo bajaron dos brigadistas para abrirle paso al vehículo. Cuando el taxi llegó a Jr. Cangallo, entró en contra para dejarlos en el área de Emergencias del hospital. Eran aproximadamente las 8:18 p.m. “Demoró poco porque estábamos a pocas cuadras del Almenara. Fue bastante rápido en verdad, porque lo llevamos casi corriendo”, contó a IDL-R uno de los brigadistas.

Con ayuda de los vigilantes, llevaron a Jack directamente a la zona de shock trauma. Los médicos que lo recibieron le hicieron, sin éxito alguno, el protocolo de RCP por unos 10 o 15 minutos. El médico de turno les comunicó a los brigadistas que Jack había fallecido, quienes compartieron inmediatamente la noticia en el chat de Whatsapp de coordinación de la brigada. Eran las 8:30 p.m.

El certificado de necropsia de Jack Pintado, emitido al día siguiente, especificó que murió por hemorragia interna, laceración de aorta descendente y 10 heridas penetrantes por proyectiles de armas de fuego.

Dos de los proyectiles de plomo penetraron en la región parietal derecho; dos en el pómulo derecho; uno en el sub mandibular derecho; dos a nivel de la cintura escapular; dos en el hombro derecho y dos en la parte superior de cara anterior del tórax. Todos provocaron heridas graves, y por lo menos uno de ellos lo hirió de muerte.

IDL-R solicitó a la Municipalidad de Lima las grabaciones de las cámaras de seguridad que se encontraban en el sector donde Jack fue herido. Eran cuatro: una en el cruce de la Av. Abancay con la Av. Nicolás de Piérola; otra en Piérola pasando Ayacucho; la tercera en el cruce de los jirones Ayacucho y Montevideo; y la cuarta en el cruce de la Av. Grau con Piérola. Sin embargo, el municipio informó que ninguna de esas cámaras grabó lo ocurrido la noche del 14 de noviembre. ¿La razón? Un daño en la red de fibra óptica subterránea que conectaba las cámaras con el centro de control y monitoreo. Y, como todas esas cámaras estaban interconectadas, el problema de la cámara que estaba en el cruce de Abancay con Piérola afectó a las demás.

Esta falla se remonta a noviembre del 2019, según la municipalidad de Lima. La red estuvo un año sin ser reparada.

Respuesta de la Municipalidad de Lima a IDL-R sobre el problema de la cámara de seguridad del cruce de Av. Abancay con Av, Nicolás de Piérola.

Respuesta de la Municipalidad de Lima a IDL-R sobre el problema de la cámara de seguridad del cruce de Av. Abancay con Av, Nicolás de Piérola.

¿Quién o quiénes estuvieron a cargo del grupo de policías que estuvo en la zona en que Jack Pintado recibió los disparos? El 14 de noviembre el centro de Lima fue dividido en 7 sectores. El cruce de las avenidas Abancay y Nicolás de Piérola correspondió al Quinto Sector. Según el informe N° 069-2020-REGPOL-LIMA-SEC, la PNP dispuso tres filas de rejas con personal policial para impedir el paso de los manifestantes al Congreso. Inicialmente fueron asignados 50 efectivos por fila. Según un reportaje de La República, ese sector estaba a cargo del comandante PNP Luis Castañeda Urbina.

Sin embargo, el plan operativo fue modificado y al lugar llegaron también el entonces subcomandante general PNP Jorge Lam, el general PNP Jorge Cayas, entonces jefe de la Sétima Región Policial Lima; y el coronel Carlos Villafuerte, entonces jefe de la Unidad de Servicios Especiales (USE). Según el diario, Lam le dijo a Cayas que necesitaban el apoyo de otras unidades en Abancay con Piérola. De esta manera, hubo un total de 400 efectivos en ese sector.

Como se recuerda, el plan de operaciones del 14 de noviembre autorizó a los policías a emplear gases lacrimógenos, agentes químicos y armas de fuego, previa orden del jefe o Comando Operativo. Según el comunicado de prensa de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre los actos de violencia durante las marchas contra el régimen de Manuel Merino, del 7 de diciembre pasado, el 77% de los manifestantes atendidos en los hospitales tenían heridas o contusiones en la zona superior del cuerpo.

El abogado Jimmy Sotomayor, que patrocina a la familia de Jack Pintado, confirmó a IDL-R que cuentan con un testigo que vio el momento en el que Jack fue herido, y que declarará próximamente ante la Fiscalía. La familia de Jack espera, además, que las grabaciones de las cámaras del centro comercial El Hueco –que recibirá pronto–, arrojen evidencia relevante para esclarecer el caso. Mientras tanto, los familiares también tienen la esperanza de que otros manifestantes puedan aportar nueva información.

(Nota original: https://bit.ly/3miCNag)