La ciudadana italiana Adelaide Di Palo, embarazada de un hijo del ciudadano peruano Marco Saldana, viajó de Perú a Europa en marzo pasado, días antes de que se declare la cuarentena en el país. Marco tenía planeado darle el alcance en mayo, pero debido a las restricciones por el Covid-19, ese viaje tuvo que cancelarse. Han pasado cinco meses desde que empezó la cuarentena y, por más que hay motivos familiares y de salud de por medio, Marco no puede acompañar a Adelaide ni ir a conocer a su hijo.
Por casos similares a este, un grupo de ciudadanos se ha organizado en el colectivo "El amor no es turismo", con el objetivo de pedir al Poder Ejecutivo que permita estos viajes por motivos familiares.
Las ciudadanos y ciudadanos de este colectivo reconocen que el cierre de las fronteras internacionales y detener el turismo fueron acciones cruciales y necesarias para intentar controlar los contagios por Covid-19.
"Pero el amor no es turismo. No se trata de disfrutar el verano europeo o pasar vacaciones en las playas del Caribe, esto se trata de la salud mental de miles de parejas no casadas y familias que han quedado divididas por las restricciones de viaje", señalan.
Considerando la salud integral de las personas, este colectivo propone al Gobierno peruano que cada persona que ingrese o retorne al territorio peruano se sujete a la presentación de una declaración jurada que garantice el cumplimiento de una cuarentena obligatoria y realizarse una prueba molecular en un laboratorio privado, ambos financiados con recursos propios de la ciudadana o ciudadano.
“Si mi país no me permite viajar en los próximos días, mi novio no podrá presenciar el nacimiento de su futura hija, a pesar de que Holanda ha emitido excepciones para que las parejas de holandeses en nuestra situación puedan reencontrarse en su territorio”, afirma Stephani Joani Ccallo, una de las peruanas afectadas, quien se encuentra en su sexto mes de gestación.
Cabe resaltar que, la propuesta del colectivo incluye vuelos internacionales con destinos selectivos a países de América y Europa cuyas fronteras se encuentran abiertas o permitan el ingreso de extranjeros que mantengan una relación binacional o familiar con sus ciudadanos o residentes. Paralelamente se propone que estos vuelos se den con una periodicidad mínima. Por destino se requiere tres vuelos por semana, lo que representa una reducción aproximada al 15% de las operaciones de las aerolíneas.
El movimiento internacional “El Amor no es Turismo” tiene la misión de reunir de manera segura a parejas binacionales y familias separadas por los cierres fronterizos alrededor del mundo a raíz de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.
"Desde Perú, el colectivo busca hacer un llamado al Gobierno para que emita disposiciones que autoricen el reinicio gradual de vuelos internacionales a destinos selectivos y con una periodicidad mínima. De esta manera, los peruanos afectados por estas restricciones podrán hacer uso de estos vuelos para reencontrarse con sus seres queridos".
- Las personas interesadas en unirse a este movimiento pueden contactarse a través del siguiente correo: loveisnottourismperu@gmail.com
[Foto de portada: Andina]
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