En un contexto en el que el derecho a la consulta previa para los pueblos indígenas se encuentra amenazado y en el que las comunidades denuncian abandono estatal en medio de la pandemia del Covid-19, lamentablemente al menos tres indígenas han muerto y otros once resultaron heridos en un conflicto petrolero en el distrito Puinahua, provincia de Requena (Loreto) en la zona del lote petrolero 95 explotado por la empresa de capitales canadienses y europeos Petrotal.
La situación resulta preocupante y llamativa, ya que este domingo se conmemora el Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Si bien la primera respuesta del Estado fue a través de la Policía Nacional del Perú (PNP) con balas y represión, ahora acude al lugar el titular del Ministerio de Cultura, Alejandro Neyra.
Según informa la agencia estatal Andina, el abogado y escritor viajó esta tarde "para verificar cuál es la situación ocurrida". Neyra preside una Comisión de Alto Nivel que designó el Ejecutivo para atender este conflicto relacionado a la actividad extractiva y a la desigualdad social en la zona.
Como han resaltado los dirigentes indígenas, los pueblos acordaron tomar control territorial de la zona, medida de fuerza que tenía la finalidad de exigir al Estado que cumpla con su obligación de atender a las comunidades y de pedir a la emprsa un plan para reducir la desigualdad en la zona, donde la empresa canadiense explota recursos naturales, pero los pueblos de la zona viven en la pobreza.
En la comisión enviada por el gobierno central, están, aparte de Neyra, el viceministro de Hidrocarburos del Ministerio de Energía y Minas, el viceministro de Prestaciones y Aseguramiento del Minsa, así como representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM).
Por su parte, el Ministerio del Interior (Mininter) resaltó la cifra de policías heridos (6) y dijo que estaba enviando más efectivos para "brindar protección tanto a la población como al campamento petrolero conocido como Lote 95". Señaló también que rechaza toda manifestación violenta "que atente contra la propiedad privada".
Según los dirigentes, lo ocurrido fue una masacre: los pueblos habrían ido a dialogar y solo tenían, como herramientas de defensa, sus flechas y lo que recibieron fue represión policial, balas y el resultado ha sido el que ya conocemos.
[Foto de portada: Andina]
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