Treinta y seis respiradores mecánicos que llegaron inoperativos desde Arequipa, Ayacucho, Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín y Madre de Dios están siendo recuperados por un grupo de docentes y trabajadores del Departamento de Ingeniería de la Universidad Pontificia Católica del Perú. Se trata de equipos costosos y escasos que, de funcionar correctamente, serían cruciales para salvar a los pacientes más graves de coronavirus.
"Estamos trabajando muy de cerca con EsSalud. Es indispensable combinar su experiencia con nuestro conocimiento para sacar adelante este proyecto", señala Fernando Jiménez, docente de la Sección Mecánica del Departamento de Ingeniería.
Tarea compleja
El 16 de abril, recibieron los últimos respiradores. Luego de la desinfección de estos, había que identificar los retos tecnológicos, como la obsolescencia de algunos componentes que deben ser reemplazados y la necesidad de realizar ciertas adaptaciones. Su ventaja es que tienen como vecinos al grupo que trabaja con el respirador Masi, con su conocimiento en el diseño y requerimientos clínicos, se apoyan mutuamente.
Por otro lado, el proceso de diagnóstico de fallas se complejiza también porque los equipos recibidos son de diferentes tipos, marcas y modelos. La solución que están evaluando es la de intercambiar componentes entre dos equipos -observando cuál tiene mejor desempeño– para así dejar al menos uno operativo, mientras esperan que llega el repuesto para el otro. En menos de una semana, 10 de los respiradores recibidos ya están operativos.
“Nosotros queremos apoyar en esta situación de emergencia. El personal que trabaja en nuestros laboratorios aporta regularmente en la investigación, desarrollo y mantenimiento de los equipos de la sección”, indica el coordinador de la Sección Electricidad y Electrónica del Departamento de Ingeniería. “Todos ellos son personas comprometidas con el país”.