Pese a los esfuerzos del Ejecutivo con medidas y recursos para afrontar la crisis sanitaria, el avance del nuevo coronavirus en Perú empieza a mostrar las costuras de la estrategia oficial y a evidenciar las carencias y las deficiencias del sistema de salud que el país arrastra durante décadas. Ahora, el hospital Guillermo Almenara ha colapsado por falta de camas y médicos para atender casos de Covid-19.
Ya la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva hizo un diagnóstico de las falencias de las unidades de cuidados intensivos (UCI) en el país. Lo más urgente: duplicar el número de médicos internistas para enfrentar la emergencia. Hay un déficit de al menos 700 de estos especialistas. Y eso se comprobó también en el Hospital de Emergencias de Ate-Vitarte, habilitado para tratar a pacientes con infección grave de Covid-19, pero en donde solo hay 20 camas en UCI y 35 ventiladores mécanicos que no funcionan.
En el Almenara, el último lunes murieron dos ancianos con el virus esperando un ventilador mecánico; tampoco hay camas para todos ni respiradores suficientes, revela un reportaje de El Comercio. "Fue muy doloroso porque necesitaban un ventilador mecánico, pero en UCI [Unidad de Cuidados Intensivos] ya no había disponibles", lamentó una médica del hospital cuya identidad de mantiene en reserva.
El Guillermo Almenara es un hospital nacional de alta complejidad, de nivel IV, y el segundo más importante del Essalud, después del Rebagliati. Y a pesar que cuenta con más de mil camas en hospitalización, UCI y Emergencia, solo 10% de estas se ha destinado para pacientes con Covid-19. Hay unas 92 camas disponibles para pacientes con coronavirus: 85 en Emergencia y siete en la UCI para Covid, áreas con 22 ventiladores mecánicos, según personal médico de este hospital que cita el decano.
El número de internados varía cada día según su evolución, apuntaron los doctores consultados, pero la cantidad de camas disponibles sigue siendo la misma, pese a que aumentan los casos graves. Según la administración del hospital, hasta este vire había 69 casos confirmados y 56 sospechosos.
"Tenemos el hospital colapsado, todas las camas están llenas y tenerlos en carpas es inhumano", comenta un médico del Almenera. "Hay camas con ventiladores ocupadas en Traumashock, pese a que es un área que siempre debe estar libre", apunta.
La situación en el citado hospital no es distinta a la de otros en el país. La falta de respiradores es lo más urgente ahora. Los pacientes graves que necesitan uno son anotados en una lista de espera. Ya la Marina de Guerra ha empezado a producir estos equipos en el país en un carrera contra el tiempo.
El presidente Martín Vizcarra informó hace una semana que las camas UCI con ventiladores mecánicos disponibles en el Perú pasaron de 100 a 504 en un mes, pero que la meta de llegar a mil a fines de abril. El Minsa informó que ya habían 600 camas UCI operativas, pero este numero aún es insuficiente para dotar a todos los hospitales del país.
En el hospital de la Policía Nacional, en el antiguo hospital de Ate y en el nuevo, así como en el Hospital Amazónico de Yarinacocha de Pucallpa (Ucayali) hacen falta estos equipos y también personal especializado para manejarlos.
En el Almenera solo hay 15 intensivistas para la UCI de Covid-19 y 60 médicos para el resto de servicios, lo cual es poco para la cantidad de hospitalizados y la gente que llega cada día con sospecha del virus. A cada persona que llega se le debe hacer pruebas, tomar placas, tomografías y buscar a su familia. "Por cada una, nos demoramos mínimo 20 minutos, es decir, solo atendemos tres por hora. Por eso hay largas colas", señala una médica internista de este hospital.
A esto se suma que el temor al contagio provoca que médicos de otras áreas, a los que no se les proporciona los mismos equipos de protección, se rehúsen a apoyar al personal destinado para los casos de Covid-19.
Según el personal, otro problema en el Almenara es la calidad de los implementos de seguridad nuevos. Esta semana, Essalud entregó un lote de 13 toneladas de estos equipos a la Red Asistencial Almenara, que incluye el hospital Almenara y otros 21 centros médicos.
Por ejemplo, las nuevas mascarillas son KN95, que se fabrican en China y son más livianas y con menos ajuste que las N95. "Esa es su mayor falla, nos expone a inhalar el virus. Trabajamos en áreas con mucha gente tosiendo al mismo tiempo. Necesitamos una buena protección", apunta un médico del Almenara. También hay descontento por los trajes descartables, gorros, cubrezapatos y guantes. "Estamos atendiendo y rozas algo y se rompen los mamelucos. Cuando nos quejamos, nos dicen: 'Es lo que hay'", señala otro especialista del hospital.
Lee también
Día 33: Incrementa a 13.489 casos positivos de COVID-19 y número de fallecidos se eleva a 300
Sin respiro: Unidades de Cuidados Intensivos necesitan 700 médicos