El Gobierno de EEUU presentó una acusación penal por narcotráfico en contra del presidente venezolano Nicolás Maduro, confirmó este jueves el Departamento de Justicia durante una conferencia del fiscal general, William Barr, en la que además anunció una recompensa de hasta US$ 15 millones por información que ayude a la captura del mandatario y de otros miembros de su régimen.
Los otros altos funciones venezolanos acusados son Diosdado Cabello Rondón, el número dos del chavismo; Hugo Carvajal Barrios, exdirector de inteligencia militar; el general retirado Cliver Alcalá Cordones, y Tareck Zaidan El Aissami, ministro de Industria y Producción Nacional.
Por Maduro, EEUU ofrece 15 millones de dólares y 10 millones por información que conduzca a la detención de los otros funcionarios del régimen chavista.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, se pronunció al respecto en un comunicado:
"El pueblo venezolano se merece un Gobierno representativo responsable y transparente al servicio de las necesidades de la gente, y que no traicione la confianza del pueblo condonando o empleando oficiales públicos que se implican en el tráfico ilegal de narcóticos [...] Estados Unidos está comprometido en ayudar al pueblo venezolano a restaurar la democracia a través de elecciones presidenciales libres y justas".
La acusación supone escalada de la presión de la Casa Blanca para lograr sacar a Maduro del poder. Más temprano, el senador republicano Marco Rubio, uno de los legisladores estadounidenses más beligerantes con el régimen venezolano, había anunciado que "Nicolás Maduro será procesado por el Departamento de Justicia y acusado de narcoterrorismo".
No es la primera vez que EEUU acusa a Maduro de actividades criminales. "Lidera algo que se parece más a un cartel de drogas que a un Gobierno", dijo Pompeo del autócrata chavista en enero pasado. "Es hora de llamar a este régimen por lo que es", dijo este jueves el fiscal general Barr.
Más de un año después de que EEUU y otras docenas de países reconocieran a Juan Guaidó como el presidente interino de Venezuela, el país continúa sumido en una crisis profunda, con Maduro en el poder, sostenido por el Ejército y apoyado por Cuba, Rusia y China.