A medida que la pandemia de COVID-19 se desata en todo el mundo, los gobiernos están tomando medidas sin precedentes para limitar la propagación del virus, aumentando las respuestas del sistema de salud y anunciando restricciones de movimiento que afectan a millones de personas. El Perú es uno de los 172 países con personas contagiadas, y también tiene planes de contingencia.
En esta coyuntura hay análisis que se centran, además de la salud de las personas, en la economía de estas y de los países. Hay alertas al respecto y muchos empresarios y trabajadores esperan un pronto regreso a la 'normalidad' de la sociedad, pero mientras se espera mitigar y detener el avance y alguna vacuna que contrarreste este virus, es menester que los gobiernos no pierdan de vista las vulnerabilidades de las mujeres y las niñas, que han sido exacerbadas por la crisis.
En emergencias sanitarias como la actual las desigualdades preexistentes se acentúan todavía más, siendo las de género las que se manifiestan transversalmente en distintos ámbitos. Además de sus quehaceres laborales dentro y fuera de casa, hay mujeres que durante esta cuarentena asumen el cuidado de la familia, incluidos los miembros que puedan estar enfermos, con lo cual exponen su salud. Por si fuera poco, las epidemias y sus tensiones concomitantes también pueden aumentar el riesgo de abuso doméstico y otras formas de violencia de género.
¿Por qué es importante que esta pandemia tenga una mirada de género? Sobre esto conversamos con Karim Velasco, especialista de género para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD Perú, para quien es fundamental considerar el enfoque de género en este contexto de pandemia que estamos viviendo porque hay que tener en cuenta que hay efectos diferenciados tanto para hombres como para mujeres.
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Ilustración: shethepeople