En el caserío de Culden, distrito de Catache, provincia de Santa Cruz (Cajamarca), un grupo de pobladores atacó con fuego a murciélagos. Estos ciudadanos creían que los murciélagos podían transmitir el coronavirus Covid-19.

Esta creencia está basada en la hipótesis de que la mutación de este nuevo coronavirus tuvo su origen en el consumo de animales salvajes como los murciélagos en China. Pero el ataque no consideró las recomendaciones oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni el Ministerio de Salud de Perú (Minsa) para evitar el contagia por Covid-19, que son indican principalmente aislamiento social y adecuado lavado de manos, ya que el virus se transmite a través de las gotas respiratorias y fómites durante el contacto cercano sin protección con personas infectadas.

Ante este ataque contra este animal, el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) acudió al rescate de los murciélagos, los que fueron posteriormente liberados en una caverna alejada. En un comunicado, Serfor resaltó que los murciélagos brindan muchos beneficios al equilibrio ecológico, ya que son polinizadores, dispersadores de semillas y controladores de plagas.

Jessica Gálvez-Durand Besnard, directora de Gestión Sostenible del Patrimonio de Fauna Silvestre del Serfor, agregó que los murciélagos no son enemigos de los humanos. “No hay que desnaturalizar la situación por la pandemia del coronavirus Covid-19. Los murciélagos no son nuestros enemigos; al contrario, el 70% de las especies existentes en el mundo se alimentan de insectos, muchos de ellos nocivos para la agricultura y para nuestra salud como los mosquitos transmisores del dengue y otras enfermedades”, explicó. 

“Los murciélagos son los mamíferos más numerosos que existen en casi todos los continentes, excepto la Antártida, y como todas las demás especies silvestres cumplen un rol fundamental en la naturaleza y no deben ser usadas para consumo humano. Gracias a los murciélagos existen diversas especies forestales y de flora silvestre, dado que son dispersores de semillas y polinizadores”, agregó la representante de Serfor.

Gálvez-Durand lamentó lo sucedido en Cajamarca en medio de la pandemia del Covidd-19 e invocó a la población que deje de atacar a los murciélagos y explicó que si se pretende alejarlos basta con exponerlos a una fuente de luz. "Evitemos afectar a nuestra fauna silvestre que es parte del equilibrio ecológico”, agregó.

Cabe mencionar que la caza, posesión, venta, extracción, transporte, almacenamiento, exportación e importación de especies de flora y fauna silvestre, sin la autorización correspondiente, son delitos castigados con pena privativa de la libertad no menor de tres años ni mayor de cinco años. 


[Foto de portada: Andina]


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