Con dos exposiciones a punto de inaugurar y una sólida convicción por abordar temas sociales, la fotógrafa Liz Tasa Palomino (31) ha hecho de su arte un arma de batalla para la lucha por los derechos humanos.  

Pasó del fotoperiodismo a la fotografía documental motivada por esos descubrimientos que ofrece el oficio de mostrar la realidad en una imagen. Era el 2013 y trabajaba en el diario El Comercio de Piura. Fue en esa ciudad que encontró sus primeros proyectos de largo aliento. Primero Peregrinos (2013) y luego el que le permitió retratar a la comunidad afrodescendiente de Yapatera, uno de los lugares que más había llamado su atención durante sus comisiones.

“Sentí que había un presencia muy marcada del racismo y del olvido. Me impresionaba mucho que se conociera tan poco de un lugar que está a solo una hora y media de la ciudad. Era algo que me interesaba registrar y aunque en esa época no tenía mucha experiencia lo hice de manera intuitiva, haciendo retratos. 

Yapatera, descendientes de la esclavitud es un proyecto que no se terminó pero que me abrió muchas puertas para continuar en la fotografía documental porque incluso ganó algunos concursos”.

Con esa experiencia y otras que vinieron a poco tiempo, Liz terminó de convencerse que el camino de construir narrativas visuales para contar la realidad era algo que quería continuar y desarrollar de manera paralela a sus otras actividades. Entonces surgió su próximo objetivo: documentar las historias de las mujeres que fueron víctimas de esterilizaciones forzadas como parte de una criminal política pública implementada por Alberto Fujimori durante los años noventa.

Cuáles eran ( y son) las huellas visibles y ocultas que dejaron estos procedimientos contra las mujeres es algo que Liz se dedicó a buscar a través de visitas a comunidades rurales en las que se había aplicado la medida. Conversó con alrededor de 40 mujeres en Cusco. Lo que encontró quedó plasmado en su proyecto KÁPAR, una memoria visual de las mujeres víctimas de esterilizaciones,  que fue ganador del POY Latam Quito 2019, uno de los concursos de fotografía documental y artística más reconocidos de Latinoamérica y  del Vogue Italia Prize 2019.

“Todas quedaron con ese mal que cargan de manera permanente. Algo que no es solo físico sino social y psicológico porque en sus comunidades hay un estigma evidente para aquellas que ya no son capaces de reproducirse”, dice la documentalista.

Como la suma de historias excedía lo compartido través de Kápar. Liz se prepara a para una nueva exposición: Ikumi (palabra quechua que significa ‘mujer sin hijos’), una exposición que muestra en foto y vídeo cómo es la vida de las mujeres víctimas de esterilizaciones después de casi 20 años desde todo ocurrió. 

“En el mundo andino, la fertilidad es una condición fundamental para la mujer, así como para la tierra. Hay una estrecha conexión entre ambas: son fuente de vida. Campesinas, quechuahablantes, indígenas y pobres que fueron esterilizadas contra su voluntad a través de engaños y manipulaciones de los operadores de salud vieron afectado su proyecto de vida, su cosmovisión y estar en contacto con eso te hace entender la realidad del país de otra manera” dice Liz.

Liz y su colega Tadeo Bourbón emprendieron el proyecto Ikumi hace poco más de dos años, buscando visibilizar a estas mujeres y sensibilizar a la sociedad sobre esta injusticia. Para eso, recorrieron las comunidades de Pitumarca, Tinta, Chiara, Checacupe, Marangani, Ccoyo, Ocobamba, Llallahui y Pampaconga en Cusco; Pampacangallo en Ayacucho; y San Francisco, Cashibococha y Yarinacocha en Ucayali. La muestra temporal se inaugura el 05 de marzo en el Lugar de la Memoria.

“Me gustaría que todo el proyecto pudiera plasmarse en un fotolibro, para visibilizar esta realidad, para que quede constancia de todo lo que tuvieron que vivir estas mujeres y de la indiferencia del Estado”, subraya la artista visual  que considera que su perspectiva como fotógrafa ha cambiado mucho partir de sus proyectos.

mUESTRA sUBLIME  mIEDO

“Cuando una decide de qué cosas quiere hablar, también se va encontrando. Para mi ha sido un proceso largo que ahora me permite ver una línea en común en los temas que me interesa abordar: la tierra, la naturaleza, el racismo”, cuenta Liz que además de Ikumi, Esterilizaciones Forzadas en el Perú, inaugurará también este mes la muestra de su proyecto Sublime Effroi (Sublime miedo), una colección de imágenes que explora varios temas relacionados con la naturaleza y el vínculo del miedo que tiene el ser humano con la montaña y que fue ganador de la 5ta edición del programa SMArt (Suiza) del que formó parte el año pasado.

En suma, su mirada nos muestra un pedazo de realidad, contada con la libertad y el talento puestos al servicio de un mundo que necesita de todas las herramientas posibles para (re) construirse más justo.