En la ciudad de Wisconsin, Estados Unidos, Chrystul Kizer se enfrenta a la pena de cadena perpetua por los cargos de asesinato de Randy Volar, su presunto traficante sexual al que la adolescente conoció cuando tenía 16 años de edad.
Chrystul, que ahora tiene 19 años, no fue la única agredida por este hombre. En febrero de 2018 la policía lo detuvo, entre otros cargos, por agresión sexual a menores, pero fue puesto en libertad sin fianza.
Volar permaneció en libertad durante tres meses, incluso después de que la policía hallara pruebas de que estaba abusando de una docena de niñas negras menores de edad. Se hallaron vídeos de pornografía infantil en su casa.
Permaneció libre hasta que Chrystul, que entonces tenía 17 años, fue a su casa una noche de junio y presuntamente le disparó en la cabeza, dos veces. Posteriormente prendió fuego a su cuerpo, según dijo la policía, y huyó en su auto.
Según el medio The Washington Post , días después de que acabara con su vida, confesó. El fiscal Michael Graveley, cuya oficina conocía las pruebas contra Volar, acusó a Chrystul de prenderle fuego y homicidio premeditado en primer grado, un delito que es sentenciado con cadena perpetua obligatoria en Wisconsin.
Graveley dice que cree que el crimen de Chrystul fue premeditado. La evidencia, argumenta, muestra que ella planeó asesinar a Volar para poder robar su BMW. Además, se encontraron 800.000 dólares en criptomonedas y había realizado transferencias de hasta 1,5 millones.
En respuesta, la joven dijo públicamente desde la cárcel que sólo intentó defenderse, luego que su agresor la drogara para violarla. Explicó que cuando le dijo a Volar que no quería tener relaciones sexuales esa noche, él la forzó inmovilizandola en el suelo.
El caso de Chrystul llega en un momento en que la policía y los fiscales de todo el país están reevaluando la forma en que se debe tratar a las víctimas del tráfico sexual. Este año por ejemplo, el estado de Tennessee liberó a Cyntoia Brown, cuya historia se hizo viral en medio del movimiento #MeToo. Fue a la cárcel a los 16 años y cumplió 15 años por matar a un hombre que la compró para tener sexo.
Wisconsin es uno de esos estados de EEUU en los que si se puede demostrar en el juicio que se ha cometido un delito por haber sido víctima de trata, las víctimas pueden ser absueltas de ciertos cargos en su contra. Se conoce como "defensa afirmativa o positiva"
A pesar de la certeza de los fiscales de que su crimen fue premeditado, el abogado de Chrystul argumenta que todavía puede defenderse de los cargos de los que se le acusa. Pero la ley de defensa afirmativa nunca ha sido usada en un homicidio o cualquier otro crimen violento.