(Desde Madrid) El hashtag #TimeForAction está presente a lo largo de toda la sede de la COP25 en la capital española. Tiempo de actuar es el lema con el que las miles de personas que se encuentran aquí interactúan en pro de una alianza de ambición climática para acelerar el progreso hacia los objetivos del Acuerdo de París.
Desde las autoridades gubernamentales, pasando por la ONU, las organizaciones civiles y periodistas, la idea que se ha tenido durante todo el 2019 ha sido que esta cumbre de cambio climático era una COP de ambición. Incluso, en la inauguración eñ secretario general de la ONU, Antonio Guterres subrayó que "los mayores emisores del mundo necesitan hacer mucho más". Sin embargo, todos quedamos insatisfechos con esta COP.
Según el Acuerdo de París, todas las partes se comprometieron no solo a presentar contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) para reducir las emisiones, sino también a "[re] comunicar" o "actualizar" sus promesas para finales de 2020.
Además, las NDC sucesivas deben "representar una progresión" y "reflejar la mayor ambición posible de cada país". Junto con los "inventarios" de progreso de cinco años, estas rondas regulares de nuevas NDC están en el corazón del mecanismo de París, diseñado para aumentar la ambición con el tiempo.

Sin embargo, para la mayoría de las NDC, que ya cubren el período hasta 2030, el texto de París no exige explícitamente que se presenten nuevas promesas el próximo año; las partes pueden simplemente "[re] comunicar" la misma oferta que hicieron en 2015 o 2016.
Sue Biniaz , investigadora principal para el cambio climático en la Fundación de las Naciones Unidas y arquitecta clave del Acuerdo de París en su antiguo papel como negociadora principal de Estados Unidos, dijo en un evento paralelo de la COP25: “La razón por la que lanzamos 'recommunicate' fue que no queríamos que fuera fácil para un país sentarse tranquilamente y mantener su objetivo. Pensamos que si tenías un objetivo muy poco ambicioso, podría ser más vergonzoso si tuvieras que enviar una postal que diga 'Me estoy apegando a mi objetivo poco ambicioso', que si no tuvieras que decir nada. El próximo año veremos si eso realmente funcionó, psicológicamente”.
Dado que los NDC actuales no están lo suficientemente cerca como para limitar el calentamiento a 1.5°C se han realizado esfuerzos en sucesivas COP para acordar un texto que exija una mayor ambición de todas las partes. Durante la COP24, en diciembre de 2018, algunas partes lo intentaron, pero finalmente no pudieron insertar un lenguaje fuerte sobre el aumento de la ambición.
Con la COP25 muchos vieron a Madrid como una última oportunidad para asegurar una mayor ambición. Naoyuki Yamagishi, líder en clima y energía para WWF Japón, dijo que esta cumbre era la "última oportunidad, la última llamada para defender la ambición en 2020". Por su parte, la secretaria ejecutiva de la CMNUCC, Patricia Espinosa, recordó a los delegados que la "ambición" no estaba oficialmente en la agenda de la COP25, pero que muchos vieron que era esencial enviar un mensaje claro al mundo.
A su turno, en la apertura del segmento político de alto nivel de la COP en la segunda semana, Teresa Ribera, ministra de España para la transición ecológica, dijo a los delegados: “Los países tendrán que anunciar contribuciones más ambiciosas en 2020, y permítanme recordarles que 2020 comienza exactamente en 20 días. Este es también el año en el que nos hemos comprometido a anunciar estrategias coherentes a largo plazo para lograr la neutralidad climática para 2050".
Tal como está, según el rastreador de NDC del Instituto de Recursos Mundiales , solo 80 países, principalmente, naciones pequeñas y en desarrollo, han declarado su intención de mejorar sus NDC para 2020, lo que representa solo el 10.5% de las emisiones mundiales. Todos los emisores más grandes están ausentes de esta lista.
La ambición climática en el centro de la tormenta
En esta COP se evidencian diferentes interpretaciones de la palabra "ambición". Muchos países desarrollados y estados vulnerables vieron la "ambición" principalmente como un medio para aumentar los esfuerzos para reducir las emisiones después de 2020, a fin de cerrar la brecha para cumplir los objetivos climáticos.
Otros, particularmente India y sus socios en el "Grupo de países en desarrollo con ideas afines", abogaron por una interpretación más amplia que también cubriera la provisión prometida de financiamiento climático, así como los esfuerzos para impulsar la adaptación y desarrollar capacidades en los países más pobres. .
Estos países pidieron un enfoque particular en el fracaso de muchos países desarrollados para cumplir sus promesas climáticas en el período anterior a 2020, argumentando que fue este fracaso lo que dejó al mundo tan lejos de cumplir su objetivo de evitar el calentamiento peligroso.
El discurso de Perú
La ministra del Ambiente, señaló que el Perú está iniciando un proceso para mejorar sus NDC y que aspira a aumentar su ambición climática y alcanzar la neutralización en la primera mitad del siglo.
"Nos proponemos contar hacia 2020 con un Plan Nacional de Adaptación y un Registro de Medidas de Mitigación. Junto a Colombia y otros hermanos países amazónicos, hemos anunciado la puesta en marcha del plan de acción del Pacto de Leticia por la Amazonía. Esta no puede ser sólo una COP más, debemos ser aún más ambiciosos, esta debe ser la COP de la inclusión: los jóvenes y los pueblos indígenas necesitan sentirse parte activa del cambio", expuso.
La ministra añadió que si bien la meta de reducción de emisiones del Perú es del 30%, actualmente se viene fortaleciendo el proceso participativo, descentralizado e inclusivo “Dialoguemos” para alcanzar una mayor ambición climática. “Necesitamos seguir trabajando juntos y afianzar aquellos logros alcanzados como la puesta en valor de los bosques en pie, la apertura de mercados basados en productos no maderables y el trabajo con los pueblos indígenas, mujeres y jóvenes”, acotó.
“Vivimos una oportunidad única para el desarrollo sostenible del Perú, donde es necesaria la iniciativa de actores subnacionales, como los gobiernos regionales y las empresas privadas. Contamos con un Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad que da impulso a la infraestructura verde, y el Plan Nacional de Competitividad y Productividad que está promoviendo actividades económicas con instrumentos de gestión climáticos claves para las Contribuciones Nacionalmente Determinadas”, agregó.
No obstante algunos anuncios gubernamentales que apuntan hacia mayores compromisos, la COP25 ha demostrado muy poca ambición. Las negociaciones han sido negativas para los países más vulnerables a los efectos del cambio climático y habrá que seguir insistiendo en la siguiente cumbre.