Como 'Los capos del diésel' fue bautizada la mafia de militares que en solo cinco años obtuvo al menos S/3,5 millones por el robo sistemático de 500 mil galones de petróleo del Ejército del Perú que revendían a terceros, según la fiscalía, que el domingo, con el apoyo de la Policía, montó un operativo y detuvo a dos generales de división y dos generales de brigada así como a otros 17 oficiales y subalternos de la misma institución castrense implicados en este nuevo escándalo.

Esta organización criminal dedicada a la sustracción y reventa de combustible fue desmantelada menos de un año después de que fueron condenados a prisión los excomandantes genarales del Ejército César Reinoso Díaz y Edwin Donayre Gotzch por el mismo delito; es decir, las malas prácticas han seguido en el institución.

En el megaoperativo del domingo, que estuvo a cargo de la Fiscalía Especializada en Corrupción de Funcionarios, se allanaron 25 escuelas del Ejército, y participaron 450 agentes de Lima, Callao, Huancavelica, Tarapoto, Arequipa, Junín y del Frente Policial Vraem. Además intervinieron 70 fiscales especializados, dirigidos por el magistrado a cargo del caso, Hugo Freddy Minaya Paulino. 

Así, los cuatro altos mandos detenidos son el general de división EP (r) Augusto Javier Villarroel Rossi, general de brigada Jaime Reynaldo Llanos Barrón, general de división Carlos Martín Mayca Vásquez y el general de brigada Moisés Wilfredo Chávez Farfán.

La investigación fiscal se inició en 2013, cuando fueron identificados oficiales de mando medio y subalternos al mando de estos, que sustraían combustible de las dependencias militares de Lima, y lo vendían a dueños de grifos privados con los que estaban confabulados. Pero como el Ejército no es una institución vertical, los oficiales de mando medio y los subalternos no suelen actuar solos sino en función del mandato de sus superiores. Así fue que la fiscalía empezó a desenredar el hilo de la madeja hasta llegar a los niveles más altos de la cúpula militar.

Hay filmaciones, escuchas telefónicas y declaraciones de colaboradores eficaces que revelan el modus operandi de la organización criminal, con ramificaciones en Arequipa, Tarapoto y el Vraem.

Fuentes vinculadas con la investigación que cita La República señalaron que se trata de un esquema de corrupción enquistado en el Ejército que viene operando durante años.

"Cambian las personas, pero el sistema se mantiene. Por eso el delito se repite una y otra vez. Es probable que las detenciones permitan descubrir si el robo de combustible también se ha registrado en otras divisiones o reparticiones militares. Es muy probable que sí".

Según el fiscal Tello Rosales, que explicó que las investigaciones se iniciaron en abril del 2018, los miembros de esa organización habían acondicionado la miniván de placa AUH-492 en la que almacenaban hasta 500 galones de petróleo, que los retiraban hasta 10 veces por semana del grifo del Comando de Educación y Doctrina del Ejército (Coede). Luego los vendían en grifos privados.

Primero se detuvo al entonces administrador del grifo del Coede, el suboficial del Ejército Javier Sulca. Luego se detectó que esa modalidad se repetía en el grifo Héctor Vásquez Astengo, ubicado en el Fuerte Militar General de División Rafael Hoyos Rubio, en el Rímac. Así, en mayo de este año, la Dirección de Investigación contra la Corrupción de la Policía detuvo a otro grupo de oficiales y suboficiales de la unidad de abastecimiento del Ejército que pertenecerían a la misma mafia. 

Como toda organización criminal, 'Los capos de diésel' también había infiltrado a la Policía. Por este caso, también fue detenido el subteniente PNP Luis Chafloque, que estaba asignado a la División de Investigación de Lavado de Activos (Divila).

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