Luego que el Ejecutivo publicara el proyecto de Decreto Supremo para modificar el reglamento de la Ley de Productividad y Competitividad Laboral (728) para su debate, la Confederación General de Trabajadores (CGTP) y la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) del Perú respondieron con una carta dirigida al presidente Martín Vizcarra y a la ministra de Trabajo, Sylvia Cáceres.
En la comunicación, que fue recibida el pasado 2 de diciembre por el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), las principales centrales sindicales del país recordaron que la Política y el Plan de Competitividad y Productividad fueron aprobados sin previo diálogo con los representantes de los trabajadores. Como se recuerda, estos decretos fueron publicados sin debate en el Consejo Nacional de Trabajo y Promoción del Empleo (CNTP), con lo que el Perú estaría incumpliendo el Convenio 144 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT).
"El diálogo social, que en otras latitudes es sustento de la democracia, en el Perú ha agudizado su pérdida de legitimidad y credibilidad, el hecho que la aprobación de la Política de Competitividad y Productividad se haya dado entre gallos y media noche sin que pasara por el CNTP, tal como se había comprometido su gobierno y violando con ello compromisos internacionales, asumidos por el país, de respeto y promoción del diálogo social, exige un esfuerzo de vuestro gobierno por crear condiciones adecuadas para que exista un espacio tripartito de diálogo confiable", afirman las centrales sindicales.
Los representantes de los trabajadores denuncian que la mayoría de empleados tienen "remuneraciones básicamente bajas y estancadas", que viven sometidos "al abuso de los patrones y sin nadie que fiscalice realmente el cumplimiento de las pocas normas que los protegen".
Ante esta situación, advierten que las medidas propuestas por la clase empresarial aumentarían aún más la desigualdad lo que podría llevarnos a un escenario como el que se vive actualmente en Chile, donde trabajadores, estudiantes y pensionistas protestan masivamente ante las brechas económicas existentes. En este sentido, los sindicatos le piden al presidente Vizcarra que no ceda a las presiones de los gremios empresariales.
"Ahora el gran empresariado liderado por la cúpula fujimorista de la Confiep, y sus afiles en el Ministerio de Economía y Finanzas (que se pasean del sector público al privado y viceversa) vuelven a la carga y pretenden que usted señor presidente Vizcarra, ceda a su apetito insaciable de ganancias a costa de los trabajadores. Que se someta a ellos e implemente una nueva reforma laboral, basada en el mismo diagnóstico, y en las mismas falsas promesas que han prometido durante casi 30 años, queriendo que sigamos creyendo - como se afirma sin vergüenza en el diagnóstico de su Política Nacional de Competitividad y Productividad - que precarizando aún más los empleos mejorará la competitividad, se generarán más empleos y se formalizará la economía".
Recordaron que la actual legislación laboral es producto de la dictadura de Alberto Fujimori y pidieron una nueva Constitución, en lugar de continuismo.
"Ciego de codicia, un empresariado que no se contenta con menos que con todo, insiste en propuestas fracasadas, que solo ahondan la desigualdad que nos lleva directamente al abismo chileno", señalaron.
La CGTP y la CUT se negaron a discutir a través de comunicados las reformas laborales en marcha. Lo que piden es una reunión directa con el presidente Vizcarra y la ministra Cáceres, que se reactive el Consejo Nacional del Trabajo.
"Les pedimos más bien que se dignen recibir a los trabajadores representados en nuestras confederaciones sindicales para discutir los términos del camino que nos lleve a ese nuevo contrato social y se evite al Perú la explosión social a la que la ceguera de un puñado de empresarios codiciosos tarde o temprano van a arrastrarlo", afirmaron.
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