"La migración venezolana es un fenómeno nuevo para el Perú", dice Feline Freier a La Mula al comentar sus investigaciones sobre la migración venezolana en el país. Ella es profesora de la Universidad Pacifico y del Centro de Investigación de esa casa (CIUP), institución que recientemente ganó el premio Poder en la categoría de Política Social. El premio lo otorgaron por tres investigaciones: ' La integración socioeconómica de migrantes venezolanos en el Perú', 'Hacia fronteras humanas: Los impactos adversos de las visas humanitarias' y 'Estado de la salud mental en los migrantes venezolanos entrando a Perú'.

Somos el segundo país más receptor de migrantes venezolanos con una cifra oficial de 860 mil venezolanos (probablemente sean más por el ingreso irregular de los últimos meses) ubicados principalmente en zonas costeras como Lima y el norte del Perú por el flujo fronterizo. Esta es una experiencia nueva para las últimas décadas del país que se caracterizaba, más bien, por una emigración peruana al extranjero, el 10% vive fuera del Perú. Por lo tanto, el reto aumenta debido a que se ha tenido que cambiar el enfoque de las políticas migratorias.

“Esta es una migración por supervivencia, no es solo económica”, señala Freier. “Nadie tenía planeado emigrar de su país”, agrega. La migración varía según el tipo de migrante, la investigadora señala que también ha surgido un fenómeno de xenofobia e hipersexualización de la mujer venezolana. Esto se da con mayor fuerza en provincias, donde hay menos concentración de migrantes pero donde el choque cultural es mayor.

“Los migrantes son un espejo social. Este fenómeno tiene mucho que ver con quienes ya eran discriminados acá, quienes no y que tipo de mujer se idealiza”, dice Freier.

En base a lo señalado, se generan mitos y estereotipos alrededor de la mujer venezolana por diferencias culturales malinterpretadas como la forma de hablar. La investigadora nos cuenta resultados del estudio cualitativo: “Es importante destacar el miedo de muchas mujeres venezolanas, hemos encontrado en muchas entrevistas, que es un miedo a la muerte. Sobre todo en provincia, encontramos que algunas mujeres no se asean, se tapan o no se maquillan por temor al acoso y abuso sexual”

Por otro lado, la investigadora alemana refiere que existe un mal manejo del tema por parte de los medios de comunicación que informan de tal manera sobre el tema que ello da lugar a estereotipar algunos casos que perjudican la imagen venezolana. Surge un pánico moral por estos eventos que, en realidad, reflejan problemas regionales y no de la migración. Por ejemplo, “no existe un aumento en el crimen a raíz de la migración” o “en la data macroeconómica, solo por el consumo, el impacto ha sido positivo”, señala Freier.

Otro problema, surge con el cambio de reglas migratorias de los últimos meses en la frontera, donde se ha perdido el control fronterizo y al cerrarse más las vías legales se produjo el tráfico ilegal a través de vías informales que son manejadas por mafias que vulneran a los migrantes.

A continuación la entrevista:


(Foto cabecera: Andina) 


También puedes leer:

Migración venezolana, una Propuesta de Política Pública del CIUP  

Los migrantes venezolanos atrapados en el limbo peruano-ecuatoriano