Una intuición: deber escribir. Debo escribir porque tengo un sentido de la responsabilidad que persigue, un sentimiento de culpa con el lenguaje. O una deuda afectiva por no haber hablado “a tiempo” “cuando debí hacerlo”. Por miedo, no lo sé. O la necesidad de llenar el espacio en blanco, de “trabajar con el lenguaje”, no “para el lenguaje”, que es un tema más complicado porque hay “muchos lenguajes”, idiomas colonizados, falsificados, actuados. Trabajar “con” significa escarbar, desenmarañar, hablar claro y, de ser posible, de frente. Vomitar todo. (Patricia de Souza:  Ecofeminismo decolonial. Hacia el final del patriarcado)


Este amanecer fue distinto. Patricia de Souza (1964), escritora y amiga de esta casa editora perdió una dura batalla contra un agresivo cáncer que la derrotó. La coracoreña estudió periodismo, filosofía y ciencia política, y escribió Cuando llegue la noche, La mentira de un fauno, Electra en la ciudad, Erótika, escenas de la vida sexual, Eva no tiene paraíso, Descolonizar el lenguaje, Mujeres que trepan a los árboles, Ecofeminismo decolonial y crisis del patriarcado, entre otros, además de escribir en su blog en La Mula.

“[Patricia] se fue. Porque ha llegado la noche. Porque su último cuerpo se cansó de luchar. Nos deja con sus libros y sus artículos y su potente mirada. Nos deja también con su sonrisa maravillosa y, a mí, con el recuerdo de 25 años de una vida intensa. Vuela mi picaflor rojo-rojito. Vuela que lo bello es tuyo”, escribió Olivier, su esposo, en el muro de la escritora.

“Patricia fue valiente, fiel a sus principios, una escritora de cuerpo y alma. Ella nunca fue parte del establishment literario limeño”, nos dice acongojada la poeta Tatiana Berger, una de sus entrañables amigas.

De Souza, quien residía en Francia, nos visitó el año pasado para hablar sobre su libro Eva no tiene paraíso. "No tenemos crítica en el Perú porque no nos interesa hacernos cargo de lo que se publica", le dijo a El Arriero. También dictó un taller sobre género para la redacción mulera.

Otra amiga que estuvo cerca de ella, comunicándose a la distancia, es la periodista y escritora Fietta Jarque, quien considera a Patricia como una escritora seria, consistente, culta, profunda, valiente. “Aunque no siempre coincidiéramos en la opinión sobre varios temas, era un placer hablar con ella durante horas de literatura. Como toda escritora fue, también, una gran lectora”, dice.

Por su parte, la escritora chilena Claudia Apablaza, amiga de Patricia desde hace 12 años, y una de sus editoras, recuerda lo que le dijo el jueves pasado: “aquí estoy, todavía, en el pie de la lucha”. “Hoy me despierto con la noticia de que murió una de mis más grandes amigas, Patricia de Souza, escritora peruana, lúcida ensayista … armamos una amistad potente, a distancia, por correo electrónico, whatsapp semana a semana, publicaciones, extensos diálogos acerca de feminismo y escritoras latinoamericanas” posteó en el muro de Patricia.

Salir de la noche

Tener que escribir no es algo sencillo, no. Escribir es asumir la responsabilidad de hacerlo, es como si una escritura (marcas), que está inscrita en alguna parte oscura de nuestra memoria, desease hacerse visible, empujando por salir convertida en un objeto, un libro. A veces son heridas. Estamos en un tiempo en que muchas cosas han cambiado para el común de las personas, la noción de espacio y tiempo, es una de ellas. El espacio geográfico es ahora mucho más subjetivo y tirano. Las redes sociales los han ampliado ad infinitum, el mundo parece vasto y pequeño. Creo que no estamos tomando en cuenta este aspecto, la disposición del texto (y de su duración al ser leído, el tiempo que se le pueda dedicar), es también una nueva medida de tiempo con la que cada persona acepta recorrerse aunque esté limitada en sus desplazamientos, impelida al diálogo corto, ausente, obligada a afirmarse en sus percepciones, no sé si más autónoma, pero sí más centrada sobre sí misma. El poder adquisitivo se hace concreto en la capacidad de rodearse de todos estos dispositivos que crean redes virtuales extendiendo nuestra presencia invisible y donde el cuerpo se encuentra completamente ausente. Es la propaganda neoliberal, terminamos por tener un lenguaje de slogan, pensamos en bloque, sin entrar en el análisis. Estamos ausentes. (Patricia de Souza)

Esto también debe pasar

es extraño encontrarse en una situación tan singular, tan rara, tan inesperada. estás separada de ti por el malestar, por el miedo o la angustia. 
angustia de vacío, del futuro, de no saber qué pueda reservar el futuro.  
sobre todo es eso, de falta de confianza en el futuro. 
es necesario sabiduría budista  
aplomo  
confianza en la vida  
apoyarse en los árboles  
perder miedo al vacío  
y llevar esa música sosegada, 
como un campo de trigo por donde pasas suavemente la mano  
fuera miedo, fuera, fuera...  
la vida se impone. 
vita vixit  (Patricia de Souza)