Escribe: Suny Sime

Hace un año los sueños de Chela De Ferrari y Jaime Cruz se cruzaron. La dramaturga quería, desde hace bastante tiempo ya, montar uno de los clásicos más importantes del teatro universal, Hamlet; mientras que el actor, quien hasta ese entonces trabajaba como anfitrión en La Plaza, anhelaba estar sobre las tablas. “Y ahora mi rostro está en este programa”, dice Jaime mientras señala contento la fotografía de sí mismo que cubre la portada.

Así como él, Álvaro Toledo, Cristina León Barandiarán, Diana Gutiérrez, Lucas Demarchi, Manuel García, Octavio Bernaza y Ximena Rodríguez son parte del elenco de actores que encarnan, entre otros personajes de la obra, al príncipe de Dinamarca. Porque sí, acá todos terminan siendo Hamlet y el ser o no ser, la cuestión central, se multiplica hasta que el público se llega a preguntar “¿quiénes somos?, ¿quiénes no somos?”. Siete jóvenes con síndrome de Down y una con discapacidad intelectual interpelan a una platea que, en la mayoría de los casos, no ha sido educada para cuestionarse ni advertir la diversidad.

Es así que la obra termina siendo una conversación entre el clásico de Shakespeare y las historias de vida de los miembros del elenco. “El aporte de los actores ha sido fundamental. Hemos trabajado durante un año. Y en los primeros meses, pudimos conocer sus vidas, sus anhelos, qué están buscando, por qué quieren actuar, qué quieren decir. Todo eso a través de una serie de técnicas teatrales, ejercicios, propuestas”, cuenta Chela De Ferrari.

Este tiempo de exploración e investigación fue imprescindible para tener esta versión “recontra libre” que la directora ahora nos presenta. “Partimos sin guion, con la idea de usar lo que nos servía de Hamlet —monólogos, frases, personajes— para conectar después con las ideas de los actores”, apunta De Ferrari. Pero no solo con sus ideas, sobre todo con sus intereses, sus reclamos, sus vivencias y sus reflexiones. La obra se fue escribiendo en el proceso: Chela iba presentando sus avances al equipo de directores y actores, estos le daban sus comentarios, ella reescribía, y así hasta el resultado final. “Todos teníamos una voz y todas esas voces eran igual de importantes”, agrega.

“Quisiera hacerme entender”

Cuando muere el rey Hamlet, su hermano Claudio, quien lo sucede, se pregunta “¿cómo no llorar la muerte de un ser tan especial?”. Esta última palabra, “especial”, se repite en otras escenas. “Yo no quiero ser especial, lo han dicho. En una parte del proceso, incluso negaban el síndrome de Down, decían que no lo tenían”, relata la directora. Muchas veces se usa esta palabra por no decir “discapacidad intelectual”, por no nombrar los silencios y las violencias, por no nombrar la indiferencia.

“La idea también es que el público conozca sobre estas condiciones. Es un momento para que ellos digan que sí pueden, para que se manifiesten y para que nosotros los escuchemos”, afirma Jonathan Oliveros, director de Liberarte Talleres Especiales. Acompañado de Claudia Tangoa y Luis Alberto León, integra el equipo de directores adjuntos. Cada uno, desde sus especializaciones, empujó el barco para que esta obra vea hoy por fin la luz. “El proceso ha sido muy gratificante, de mucho aprendizaje para ambas partes. Lo que van a ver es un espectáculo hecho con mucho aplomo, con mucha honestidad”, señala.

De todo este año intenso de preparación y ensayos, lo que más rescata De Ferrari “ha sido el descubrimiento día a día de quiénes eran las personas que habíamos convocado, ir rompiendo los mitos y prejuicios que teníamos”. O, como dice Jaime en la obra, “quizá este sea nuestro último recurso: el teatro. Para quitar esta venda que hoy cubre sus ojos”. Recuerda la directora que el actor una vez le comentó: “Nosotros recibimos menosprecio e insultos, pero no es porque sean malos, sino porque no saben”. La interpelación al público es clara.

“¿Es esto valentía?”

Los directores han echado mano de los recursos cinematográficos, el musical, la danza y el videoarte. En una de las escenas, todos cantan un rap, que por supuesto fue creación colectiva: “De acuerdo a todos sus deseos, sus preguntas, las palabras que usan, lo construimos”, cuenta Chela. Y si bien cada actor tiene su parte, interpretada por ellos mismos, la canción lleva por nombre “El rap de Álvaro”, por ser este quien la inicia.

Él es un joven “sumamente extrovertido, le gusta estar con sus amigos”, resalta De Ferrari y eso se ve reflejado en la letra. “En el caso de Manuel, cuenta una historia brutal, de cómo ha sido maltratado cuando estaba en el colegio. Por su parte, Ximena muestra todo su deseo de dejar claro que ella es una mujer independiente”. Una polifonía de voces que se afirma desde el reconocimiento y la compañía. “La obra les ha permitido conectar con su condición, entenderla, aceptarla y amarla”, manifiesta la directora.

Además, se está preparando un documental como un proyecto hermano del montaje. “Cuando me preguntan por el proceso, pienso que ha sido tan rico y, al mismo tiempo, es tan difícil de comunicar en palabras todo lo que hemos vivido”, comenta De Ferrari. Así nació la idea de hacer un registro audiovisual de todo este año de trabajo: para mostrar aspectos que no se ven en la obra, para que esta tenga mayor alcance y para que las personas conozcan a los miembros del elenco más allá de sus papeles. “También hace mucho que deseaba acercarme al cine; esta es una primera experiencia”, finaliza.

El dato:

Hamlet va de jueves a martes a las 8 pm y los domingos a las 7 pm.