La Corte Superior de Justicia de Cusco ordenó que el Sheraton que se construía en pleno corazón del Centro Histórico de la ciudad imperial se demolido, luego de que el juez dirimente del caso, Wilber Bustamante, votó a favor de esa medida, con lo que se ordenó, además la restitución de las cinco filas de andenes incaicos que se removieron durante las obras del proyecto.
La Comisión de Juristas de Cusco inició un proceso de amparo el 1 de enero del 2016, para solicitar la demolición de las obras de que lo iba a ser el Hotel Sheraton, que estaban a cargo la empresa inmobiliaria R & G y cuya construcción afectó los andenes de la época prehispánica.
Así, la decisión judicial quedó confirmada y ahora ese edificio de 10 pisos, que no solo se levantaba en una zona prohibida para ese tipo de construcciones, sino que dañó de forma "grave e irreversible" al Patrimonio Cultural de la Nación, deberá ser demolido.
A fines de agosto pasado, el ministro de Cultura, Luis Jaime Castillo, expresó su malestar por la citada construcción. "Indignación, que es la que todos los peruanos y los cusqueños en particular han tenido. Aquí se ha hecho una obra por encima de las regulaciones y permisos que se tenían. Hay un aspecto ilícito en esa obra", declaró a la prensa.
T'ika Luizar Obregón, representante de la Comisión de Juristas de Cusco, dijo en El Comercio que el hotel, que se construía en una extensión de más 2.500 metros, no solo afectó cinco filas de andenes incas, también los muros de contención del río Saphy por el subsuelo.
"Nuestro juicio consiste en reclamar la protección del derecho del patrimonio cultural y de la identidad cultural de los peruanos, que se declare que esta destrucción del patrimonio constituye una violación del derecho penal de todos, un atentado a nuestra identidad cultural. El segundo punto que planteamos es que se disponga la restitución de los andenes incas. El juicio está en la vía constitucional, en un proceso de amparo".
En el proceso de amparo, en primera instancia, se emitió un fallo que reconoce que el daño perpetrado por la construcción del hotel afecta a los peruanos y toda la humanida, pero argumentó que no se pueden restituir los andenes, "porque más valor tiene la inversión económica" ya efectuada, indicó Luizar, por lo que apelaron y en segundo instancia, la justicia les dio la razón y ordenó que se recoloquen los muros incas removidos.
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